La interminable saga de los Amat suma nuevo capítulo en París-2024

Pocos deportistas presentes en París-2024 pueden presumir de llevar el olimpismo en la sangre como el jugador de hockey sobre hierba español Xavier Gispert Amat, séptimo exponente de su familia en participar en unos Juegos Olímpicos.
A sus 25 años, Xavi es el 'penúltimo' cromo de una saga familiar enraizada en el hockey de Terrasa, a poco más de 20 kilómetros de Barcelona y epicentro de ese deporte en España, desde que su bisabuelo Pere Amat y Llopart fundase el club Egara en 1935, en aquel entonces bajo la denominación de C.D. Harmonia Egara, y del que fue presidente hasta 1948.
Pero el mérito de esa dinastía no se limita sólo a participar en los Juegos Olímpicos. En las vitrinas familiares se pueden contar hasta seis medallas. Son las mismas que han logrado en toda la historia olímpica países de la talla de Ecuador, y más que las cosechadas por otras naciones como Arabia Saudita, Paraguay, Senegal, Costa de Marfil, Perú o Luxemburgo.
Ahora Xavi quiere añadir una séptima presea con los 'RedStiks', como se conoce a la selección española de hockey sobre hierba, aunque la derrota del viernes ante Países Bajos (5-3) deja al equipo español pendiente de otros resultados para evitar enfrentarse en cuartos de final a la poderosa Bélgica.
- Sin presión extra -
El actual defensor del Club Egara prefiere restar importancia al extenso, y exitoso, pasado olímpico familiar del que es legatario.
"No da presión extra, porque es un deporte de equipo y no depende de ti, yo no voy a ganar la medalla solo, no tengo ninguna presión de nada, al contrario", explica a la AFP desde el estadio Yves-du-Manoir de Colombes minutos después de la derrota ante Países Bajos.
Quizá fruto del cansancio por el partido recién terminado, o tal vez por el hecho de asumir como algo natural lo que no deja de ser excepcional, Xavi Gispert Amat parece no tener claro el número de parientes con los que comparte el honor de haber sido olímpico. "Muy contento de poder ser el séptimo... creo que decían que era", confiesa, tímidamente, este joven que cursa estudios de diseño gráfico.
"Yo encantado de jugar los Juegos Olímpicos, tengo un tío que está por aquí justo, que me ha venido a ver, muy feliz de que haya venido", cuenta este polivalente jugador, que puede ejercer como medio y que supera los 80 partidos con España, en los que suma 9 goles.
Cuenta que sí ha recibido consejos de los que le han precedido: "Que lo pase muy bien, que esté muy tranquilo, esto se vive una vez y hay que aprovecharlo".
Aunque más que a los genes, achaca su carrera en el hockey al hecho de ser de Terrasa, localidad cercana a Barcelona, y puntualiza que en las comidas familiares el tema de conversación no es necesariamente el hockey ni los Juegos Olímpicos.
- "Familia normal" -
"Somos una familia normal y corriente, tenemos la suerte de que el hockey hierba es muy abundante en Terrasa y somos todos de Terrasa, alguno va a caer y me ha tocado a mí, no hay presión de nada, simplemente a disfrutar los Juegos".
Pero lo cierto es que su familia no es del todo normal, al menos en su faceta olímpica. Su abuelo, Jaume, fue medalla de bronce en Roma-1960, la primera en la historia para el hockey español.
Los tres hermanos de su abuelo, Paco, Joan y Pere, también fueron olímpicos, al igual que los miembros de la siguiente generación Santi y Pol, tíos de Xavi. Entre todos suman 22 participaciones olímpicas.
Aunque entre ellos destaca Pol Amat, que estuvo presente en cinco Juegos Olímpicos, entre Atlanta-1996 y Londres-2012, logrando dos medallas de plata y fue elegido mejor jugador del mundo en 2008.
Así pues, no resulta extraño que Xavi tuviera el stick como una prolongación de su brazo.
Pero ahora quiere tomar su propio camino y ha decidido salir del nido familiar. "El mundo pertenece a aquellos que se atreven", reza en su perfil de Twitter. Su próximo destino será el Canberra Chill de Australia.
Los próximos días determinarán si cruza el mundo con una nueva foto con una medalla colgada del cuello para el álbum familiar.