Julien Alfred, la vida llena de obstáculos de una campeona inesperada

"Me gustaría ser la primera", había admitido Julien Alfred sobre su sueño de dar a la pequeña isla caribeña de Santa Lucía su primera medalla olímpica. Lo que quizás no imaginaba es que iba a ser de oro y en los 100 metros, un premio a su constancia.
Los 10 segundos y 72 centésimas de su línea recta bajo la lluvia eran la culminación de una carrera marcada por los obstáculos desde muy joven.
Esta fervorosa cristiana de apenas 23 años tuvo que enfrentar con apenas 12 la muerte de su padre, Julian Hamilton.
- Buenos Aires, el trampolín -
Cinco años después, justo antes de que ganara la plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires en 2018, su tía Karen Alfred, que ayudó a criarla, también falleció, lo que fue un durísimo golpe para ella.
"Estoy segura de que ella hubiera soñado con que yo consiguiera una medalla y con estar conmigo en ese momento", había dicho entonces Alfred, sobre su subcampeonato en Argentina.
Esta vez llegaba a los 100 metros de París-2024 como seria candidata al podio, pero a la sombra del resplandor mediático de la estadounidense Sha'Carri Richardson, que se vio relegada a la plata.
"La plata [de los Juegos Olímpicos juveniles de Buenos Aires] fue el inicio de algo grande", explicó a la web de los Juegos Olímpicos en el pasado.
"Influenció muchas cosas, sobre mi educación, y creo que fue realmente una muy buena experiencia para mí", apuntó.
La muerte de su padre Julian le había dejado tan deprimida que se alejó dos años del atletismo, hasta que con 14 años empezó en una escuela en Jamaica, el país de su ídolo Usain Bolt, dejando atrás a su familia.
"Tenía 14 años y fueron momentos difíciles", explicó esta misma semana.
"Tuve una oportunidad de ir a Jamaica. Era algo extraordinario, ir al lugar de mi ídolo Usain Bolt. Decidí que quería ir allí y mi madre me dio la oportunidad. No me dijo que no. Simplemente me digo que si quería ir, que fuera", relató.
Esa estancia en Jamaica fue clave para ser la atleta que hoy es, pero personalmente no lo pasó bien.
"Se hace complicado crecer sin tu familia y amigos", asevera.
- La Biblia como referencia -
Alfred, apodada 'Juju', tuvo como siguiente paso pasar a ser entrenada por Edrick Floreal, de la Universidad de Texas y también preparador de figuras como la británica Dina Asher-Smith (actual campeona europea de 100 metros).
La timidez de Alfred tuvo en Floreal un perfecto guía.
"Ha sido para mí como un padre, un mentor, un entrenador", contó a Olympics.com. "Me ha visto siempre como un ser humano, no simplemente como una atleta", apuntó.
La fe es otro de los pilares de la vida de Julien Alfred, que en sus declaraciones postvictoria no dejó de dar gracias a Dios y que en sus redes sociales también incluye versículos de la Biblia o de textos religiosos.
"Los sufrimientos presentes no son nada comparados con la gloria que nos espera", afirma.
Por el momento, su gloria es terrenal y esta joven, que lo tenía todo en contra para ser una estrella del deporte, consiguió llevarse el oro en una de las principales pruebas de los Juegos Olímpicos, ante 69.000 espectadores en el estadio cuando su país tiene menos de 110.000 habitantes.