El pintor de Paitilla
Con la mitad de su cuerpo paralizado tras un accidente, Martín Guzmán sale adelante con su trabajo


A un costado de la calle Ramón H. Jurado, todas las tardes llega un ciudadano discapacitado en silla de ruedas. Acompañado siempre por algunas piezas de arte, pasa ese tiempo viendo los carros; esperando alguna venta.
Martín Guzmán es su nombre y laboró como electricista hasta el 1 de abril de 2021, día en el que sufrió un accidente que le truncó su futuro en esa rama.
Desde aquel momento, el lado izquierdo de su cuerpo permanece paralizado, y solo se puede movilizar con el apoyo de un bastón o su silla.
Apoyándose de su pasado como pintor de diablos rojos, lleva el sustento a su hogar vendiendo pinturas sobre lienzo. Ofrece una amplia gama de estilos, desde paisajes abstractos hasta retratos de seres queridos o mascotas, por 10 a 20 dólares.
Aunque cuenta con varios cuadros de distintos tamaños ya disponibles, también puede hacer pedidos especiales. Historias como la de Martín retratan la perseverancia del panameño.