El 20 de diciembre es una fecha que dejó una herida en nuestra historia
Aviones sobrevolando la ciudad, el sonido de bombas estallando cerca y una incertidumbre que se apoderó del pueblo panameño jamás se borrarán de la memoria de los residentes del barrio de El Chorrillo.
Algunos no están y otros tienen la oportunidad de relatar cómo vivieron esta Invasión de Estados Unidos a Panamá, la madrugada del 20 de diciembre de 1989.
En la acción militar que dio inició pocos días antes de Navidad y se extendió hasta el 3 de enero de 1990, se estima que participaron alrededor de 25 mil soldados estadounidenses, quienes intervinieron para capturar al general Manuel Antonio Noriega, acusado por EE.UU. del delito de narcotráfico.
El ataque empezó con bombardeos en múltiples instalaciones políticas y militares para anular la respuesta del ejército panameño.
El entonces presidente de Estados Unidos, George H. W. Bush autorizó la operación táctica “Causa Justa”, alegando la necesidad de proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses que residían en Panamá, defender la democracia y los derechos humanos en el país, arrestar a Noriega, para que enfrentará los cargos por tráfico de drogas, y respaldar el cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter.
Se estima que el detonante de esta intervención bélica tuvo lugar, días antes, cuando un soldado estadounidense fue asesinado durante un incidente con miembros de las Fuerzas de Defensa, cerca del Cuartel Central de la Guardia Nacional, El Chorrillo.
No cambiará el suceso
El historiador Ricardo Ríos Torres expresó que la invasión de 1989 fue un acto “demencial y descomunal. El incidente más violento y criminal de las intervenciones del país norteamericano en la patria de Victoriano Lorenzo”.
Para el también profesor, que el gobierno decrete esa fecha como Día Nacional, en recordación a las víctimas de aquella tragedia, no cambiará lo sucedido. “Aún se dan agresiones como la famosa Lista Clinton y los Panamá Papers”, mencionó.
Hizo hincapié en que el ejército más poderoso del mundo atacó el territorio canalero con “alevosía y premeditación”. Hoy, considera que la historia es la misma y que nada cambió; a su parecer, los panameños seguimos bajo el paraguas de Washington.
“Noriega era la excusa. Él era su hombre en Panamá, su agente de la CIA”, recordó Ríos.
Episodio complejo
La activista y ex diputada Teresita Yaniz de Arias afirma que la violenta intromisión es el hecho más traumático de la historia de la República de Panamá.
“Las nuevas generaciones nunca han sabido de esos hechos y lo peor es no reconocer los graves actos que sucedieron durante la invasión y los episodios previos de una dictadura militar que nos condujo ahí”, enfatizó la activista.
Recalcó que hay un desconocimiento de esa etapa que comienza con el Golpe de Estado del 1968, que luego tuvo una evolución con la militarización de la Guardia Nacional para convertirla en Fuerza de Defensa. “Recuerdo que el general Noriega mantenía las represiones y violaciones a los Derechos Humanos, se negó a entrar en algún tipo de negociación para llegar a un acuerdo, lo que trajo como resultado la invasión de 1989”, manifestó Arias.
Piensa que hacer que los jóvenes conozcan nuestros antecedentes no sólo es una tarea del Ministerio de Educación, sino una responsabilidad del Estado, medios de comunicación y del individuo en sí que debe interesarse por saber todo de su origen.
Fríamente calculado
Por otro lado, Trinidad Ayola, Presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Caídos del 20 de Diciembre, expresa que todo estaba planeado por EE.UU.
“Los estadounidenses hicieron todo en diciembre con la finalidad de que los panameños olvidaran rápidamente, como somos muy dados a la fiesta y con memoria corta; pero afortunadamente no ha pasado así. Hay gente que tiene mucha conciencia y somos los que hemos estado año tras año insistiendo en que esta fecha sea recordada y la declaren como día de Duelo Nacional. Eso ha hecho que consigamos la Comisión 20 de Diciembre para que investigue los hechos y se haga justicia”, expresó la activista.
Esta Mayor, retirada de la policía, cuyo esposo falleció combatiendo en el antiguo aeropuerto de Paitilla, dijo que en julio se instauró está asamblea, la cual debe rendir cuentas mañana, después de la romería que se hará en el cementerio Jardín de Paz.
Descubrirán la verdad
Mientras Juan Planells, Presidente de la Comisión 20 de Diciembre, aseguró que la meta de este grupo es conocer la cantidad exacta de los asesinados, esto tomará alrededor de dos años.
“Todavía la Comisión no tiene los fondos que le asignaron porque están pendientes para su refrendo en Contraloría. Después de recibir el dinero se adquirirá una oficina, hay que nombrar un director ejecutivo y contratar a los investigadores que tendrán la tarea de averiguar el número real de los asesinados durante la invasión”, relató.
Considera que la consecuencia directa de estos ataques fue la desaparición de panameños inocentes.
Agrega que el desconocimiento de esta etapa de la historia tiene como resultado un perjuicio a nuestra identidad como nación, por eso se necesita saber la verdad, para pasar ese duelo y así poder enfrentar los acontecimientos con conocimiento del pasado.
Explica que la investigación que harán servirá para alimentar la información que se ofrece en los planteles educativos de la República.
“Invasión” de Abner Benaim
En abril de 2014 se estrenó en los cines. Su director dijo que la producción presenta cómo el pueblo recuerda este doloroso evento.
Memorias del ataque
El ejemplar de Carlos Fong relata el punto de vista de lo que pasaron mujeres y niños durante el bombardeo. No describe el suceso en sí.
Historias reales
Óscar Faarup conmemoró los 25 años del incidente con el filme “Prohibido olvidar”; muestra a los afectados y resalta a militares nacionales.
Una obra de denuncia
El autor Ricaurte Soler expone de forma detallada los antecedentes al ataque de Estados Unidos y cómo se dieron los acontecimientos.
K.Santana/Z.Emanuel
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