Ácidos, ¿cómo funcionan en el rostro?
En crema o sérum penetran de forma profunda para resultados más rápidos
Los ácidos para el cuidado del rostro están en boga por su promoción en redes sociales, pero sus usos datan de cientos de años atrás, incluso desde el tiempo de Cleopatra, de acuerdo a la dermatóloga María Elena Katsoudas.
Son sustancias químicas o naturales usadas en cosmética como renovadores celulares. Según su tipo, sirven para eliminar manchas, marcas de acné, cerrar poros y activar el colágeno.
“El ácido salicílico, al igual que el glicólico, lo empleamos desde hace décadas para conseguir un mejor estado y apariencia. A partir de la adolescencia ya podemos empezar la aplicación de productos, sin embargo, esto dependerá del tipo de piel; cuando se es muy joven lo principal es limpiar, hidratar y usar protector solar”, dijo Katsoudas.
Agregó que otros activos pueden incluirse en la rutina desde los 25 o 30 años de edad.
Por su parte, la esteticista Yolanda Pinto Cano explicó que los ácidos pueden encontrarse con aspecto cremoso o sérum. “Aplicar el incorrecto puede provocar sequedad o exceso de grasa; es necesaria una correcta evaluación antes. Por lo general se ponen en el rostro durante la noche para evitar la radiación solar”.
Otros muy empleados son el láctico (aporta suavidad, hidratación y luminosidad), mandélico (trata la rosácea y las infecciones de la dermis), azelaico (eficaz para la piel con acné, rosácea e hiperpigmentación) y tricloroacético ( para uso médico).