Nuevamente ‘el juega vivo’ con el arroz
Desde que tengo memoria o desde que inicié el tema de los derechos del consumidor, recuerdo que el tema del arroz siempre ha estado en la palestra pública. A veces se hablaba de proteger la seguridad alimentaria en nuestro país, cuestión que, si hablamos de arroz, la última vez que como Estado nuestros productores pudieron cumplir con la producción nacional necesaria para el consumo de la población durante un año fue en la década de los setenta, si no me equivoco.
Ante lo mencionado anteriormente hemos tenido que contar con la introducción de arroz extranjero para cumplir con la demanda de nuestros consumidores. En algunas ocasiones se trae pilado, como fue en el caso del Arroz Compita y en otras el contingente viene en cáscara. Lo cierto es que la mayoría de nuestros productores siempre se quejan de los precios que les compran el arroz y dicen que no reciben el apoyo suficiente de El Estado para poder producir más, ya sea con préstamos blandos, semilla certificada, mejor riego, inclusión en la bolsa, etc., que a nuestro juicio se debe dar, siempre y cuando el producto de esta ayuda redunde en mejores precios y calidad del arroz para la ciudadanía. La experiencia ha sido que el consumidor siempre sale mal parado porque los precios bajos que debería recibir, producto de la ayuda, son altos y el arroz es de calidad inferior de la que pago.
En los medios noticiosos informaron que se han dado arriba de 800 millones de dólares en subsidio para el arroz de primera para que el consumidor lo reciba a 40 centavos y resulta ser que no hay arroz de primera en los establecimientos.
La pregunta es: ¿Dónde está ese dinero si el arroz no existe? Es más, si usted le hace análisis a las marcas de arroz especial se puede percatar que no cumplen con las especificaciones del arroz especial y nos están vendiendo arroz de primera y en muchas ocasiones de segunda, a precio de especial. En vista de esto no queda más remedio que las autoridades correspondientes abran investigaciones en materia de Protección al Consumidor por la calidad del arroz mediante el Departamento de Metrología de la ACODECO y del mismo modo abrir investigación por Prácticas Monopolísticas para demandar ante la Juzgados de Comercio al haberse consensuado o coordinado para crear el desabastecimiento del mercado. Ambas investigaciones tienen sanciones, la de calidad del arroz es una sanción administrativa que podría ser hasta de 25 mil balboas y la de competencia es a nivel de tribunales, pero su multa puede alcanzar hasta el millón de dólares.
Independientemente de lo anterior, se debe denunciar al Ministerio Público por el Delito de Estafa a la población porque pagaba un arroz que decía especial y su contenido no era ese, tipificándose el engaño en forma dolosa.
De la misma manera se debe enviar también la denuncia al Ministerio Público por Delito de Peculado para saber quién se quedó con esos 800 millones de dólares que no llegaron nunca a los compradores de arroz. Es inexcusable decir que como el arroz de primera estaba en control podían hacer esta ilegalidad, si no les era negocio porque tomaron el subsidio. Es sencillo seguir los cheques y el despacho de entrega del arroz. Si no denunciamos nos convertiremos en cómplices, pero a la vez estos delincuentes continuaran haciendo lo mismo.
* Abogado y exadministrador de la ACODECO.