Opinión

La Inclusión Social sí importa

28 de febrero de 2020

La desigualdad social en la mayoría de los países latinoamericanos es quizás el más serio obstáculo para la funcionalidad democrática de los pueblos y para un sostenido crecimiento socioeconómico.

Para crecer en el contexto económico y social es necesario poner atención a las relaciones que promueven la inclusión social para apoyar un crecimiento sostenible.

¿Cómo lograr este propósito? Los estallidos sociales, o revueltas públicas, que se han dado recientemente, año 2019, en varios países de la región de Latinoamérica,  son ejemplos preocupantes de lo que puede ocurrir en las naciones que, a pesar de mostrar buenas estadísticas macroeconómicas en un momento dado, a lo que llamamos crecimiento económico, de repente nos damos cuenta del gran desasosiego social internalizado que no percibíamos los que vemos desde el entorno externo de los países.

La situación luego se reduce a un análisis que indica que hubo crecimiento, pero sin inclusión social efectiva.

Es decir, se mostraba un mejoramiento en las condiciones de vida de la población en general, en lo que respecta a casi todos los factores sociales, pero al final se demostró que los sectores de la población más vulnerables no recibían la suficiente atención o beneficios derivados de dicho crecimiento, sencillamente por falta de efectivas políticas de inclusión social.

Por ende, nuevas y mejores políticas para la inclusión social son de alta prioridad. Al mismo tiempo, mejorar las condiciones de vida de la población requerirá un mayor gasto social.

Para sostener ese escenario, será necesario producir un mayor crecimiento del PIB nacional. Habrá que desarrollar políticas nacionales para incrementar nuestra productividad, creando más empleos, pero “empleos de calidad y remunerados adecuadamente”.  

Una población con una mayor capacidad de ejecución puede llenar los espacios de empleos acorde a las necesidades de un estado moderno como el que pretendemos desarrollar para alcanzar mejores estratos de la denominada “calidad de vida”.  

En Panamá tenemos que tomar en cuenta los efectos del cambio climático, que obliga a cumplir nuevos y más exigentes estándares medio ambientales.

Además, es crítico para el país, manejar científicamente, el uso del agua (recursos hídricos), especialmente para sostenibilidad de las operaciones del Canal de Panamá.

Estamos obligados a analizar con cuidado los impactos relativos a estos dos temas para lograr las metas previstas con “inclusión social”.

 

Cristóbal Silva
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 * El autor es ingeniero. 

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