Opinión

Descalificaciones perversas

08 de marzo de 2020

Desde hace algunos años se ha venido realizando una práctica, que ya es común, en la clase política panameña; las descalificaciones personales a los adversarios y enemigos políticos, creando un clima de hostilidad, de agresión y de confrontación a través de los medios de comunicación tradicionales y ahora, por  las llamadas redes sociales.

Lo perverso  es que dirigen las descalificaciones a los objetivos con información, falsa, amañada, fuera de contexto o lo que llamamos “verdades a medias” , lacerando  partes débiles que en la mayoría de los casos son  familiares más cercanos, sus negocios o de la familia, cuyo saldo final son gravísimos.

Recientemente leí una aclaración de la empresa coclesana Grupo Gali, vinculada al Vicepresidente de la República José Gabriel carrizo, que, con detalles y amplios argumentos, rebate punto por punto, adjuntando documentos probatorios en contra de “acusaciones” vertidas en un medio de comunicación, que lastra el buen ejercicio económico y profesional de la empresa interiorana, con el ánimo indudable de erosionar la figura del joven y novel político.

Cuando vemos estas y otras expresiones  en los medios de comunicación, que endilgan acusaciones de dolo, malos manejos o de incumplimientos de contratos o promesas y que los voceros de las empresas o grupos sociales deben salir a la palestra pública a explicar y aclarar acusaciones, nos preguntamos: ¿que ganamos con  una sociedad enfrentada y dividida en donde reine el insulto y la descalificación?  

Lo que necesitamos es un país en donde   todos hagamos el esfuerzo en la lucha contra la desigualdad social, la salud, la seguridad y elaborar unas instituciones fuertes para avanzar para un mejor Panamá. No le otorguemos   espacio a las acusaciones sin fundamento, a la ofensa personal, a la descalificación y muchos menos lesionar la reputación de hombres, mujeres, empresas y hasta familias. Practiquemos la tolerancia.  

El país tiene una nueva generación de políticos jóvenes, que entraron a la liza con el ánimo de contribuir al desarrollo de la nación, entre ellos se encuentran Honorables Representantes de Corregimientos, Alcaldes, Diputados y el nobel Vicepresidente de la República, que hoy es objeto de descalificaciones perversas. * Periodista. 

 

 Melquiades Valencia
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