Antes existían centros comerciales abiertos, y se sudaba respirando aire fresco. Hoy, en los malles no se suda tanto, pero se respira aire reciclado y perfumado a la fuerza. Antes luchábamos por tener una sola bandera en el istmo. Hoy, la que menos se ve es la nuestra. Antes valía el ahorro, hoy valemos por la deuda.
En esos tiempos, los panameños perdían la libertad luchando contra los militares. Hoy se la regalan a cualquiera que les venda algo de “alta gama”. Antes teníamos asesinatos, desaparecidos y una dictadura. Hoy nos queda una “democracia” para quien pueda pagarla, o venderse cual trapo...