Las plataformas de streaming y redes sociales han transformado la música, los algoritmos dictan qué canciones escuchamos, priorizando lo que genera más reproducciones, interacciones y viralidad, esto ha llevado a que muchas canciones sean más cortas, pegajosas y con estructuras diseñadas para atrapar rápido a los jóvenes, sobre todo.
El auge de TikTok es un claro ejemplo, los artistas ahora crean canciones pensando en clips de 15 segundos que puedan convertirse en tendencia, esto ha generado una industria donde importa más el “gancho”, la parte más pegajosa de la canción, que la narrativa o la...