Antes considerado una plaga en los cafetales del sureste de Brasil, el ave silvestre jacu -y su prodigioso sistema digestivo- se convirtió en el principal aliado para producir uno de los cafés más caros del mundo.
El jacu -jacuaçu, o pava oscura- se parece a un faisán y tiene paladar fino: “escoge para comer los mejores granos, los más maduros”, explica a la AFP Agnael Costa, de 23 años, mientras recoge delicadamente los valiosos excrementos entre dos árboles.
En la finca Camocim, enclavada en un valle bucólico de la comunidad Domingos Martins, estado de Espirito Santo (sureste), los arbustos de...