Opinión

Fundación de bomberos de Panamá

23 de noviembre de 2021

El legado de una  nación se concentra  en la recopilación de sus hechos históricos valorando el esfuerzo  de quienes dieron lo mejor por su país. Hacemos Patria cuando conocemos y entendemos las luchas de  los istmeños para que nuestra nación fuese  libre y soberana. Pero pareciera que la generación actual ha olvidado la contribución y valor de esos hombres y mujeres, quienes una vez decidieron levantar el puño de libertad, y no permitir más la opresión tanto española como colombiana en el istmo.  Un ejemplo lo constituyen los primeros bomberos, cuando fueron llamados  con gran heroísmo a defender la patria uniéndose al movimiento separatista de 1903 ante una posible invasión de Colombia, demostrando su coraje, gallardía y su verdadero espíritu nacionalista.  Fue el  18 de noviembre  de 1887, cuando los panameños Ricardo Arango y Rodolfo Halsted, quienes pertenecían al Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, hicieron las gestiones para la creación de una institución similar, inaugurada finalmente el  28 de noviembre  de ese año. 

Es meritorio resaltar que al conmemorarse 134 años del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá, su mayor esplendor reluce  su lema: Disciplina, Honor y Abnegación, destacando el  sentido profesional y heroico que estos hombres practican día tras día con la plena finalidad de servir a la patria sin condiciones. Los panameños estamos llamados a seguir cuidando la nación. Al celebrar nuestra independencia y la conmemoración del cuerpo de  bomberos, debemos aprender más de nuestra historia, engalanada en nuestros laureados libros de historia, en los que se refleja la esencia de nuestra nacionalidad. 

 

Modesto Rangel Miranda
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* El autor es comunicador social. 

 

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