EDITORIAL : Violencia
En los últimos dos meses, la violencia criminal amenaza la tranquilidad de los ciudadanos. Las autoridades dicen muy poco y solamente queda especular sobre una guerra de intensidad entre bandas criminales dedicadas al crimen transnacional y al narcotráfico.
Inocentes han fallecido en medio del fuego cruzado en lo que parece una aparente ineficacia de los servicios de inteligencia para identificar, perseguir, capturar y judicializar a los sicarios y a quienes los contratan.
Sin una política de mano dura que persiga el dinero, financiamientos, empresas donde se blanquean los activos, propiedades que se compran y a quienes les dan una fachada de legalidad, la lucha contra esta espiral será limitada.
Los panameños reclaman que todas las agencia de la ley establezcan una política de persecución a los delincuentes que no tenga contemplaciones o tregua alguna.