Dr. Vargas: ¿Problema olvidado?

“En el mundo , 1500 millones de personas viven con algún grado de pérdida de audición, de las cuales unos 430 millones necesitan servicios de rehabilitación. Para 2050 está previsto que haya casi 2500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición y que al menos 700 millones requieran rehabilitación. La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, ciertas enfermedades infecciosas, otitis crónicas, exposición a sonidos fuertes, uso de medicamentos oto -tóxicos y envejecimiento. En los niños, casi el 60% de la pérdida de audición se debe a causas como otitis y complicaciones congénitas que pueden prevenirse con medidas de salud pública. Debido a prácticas de audición poco seguras, más de 1000 millones de jóvenes adultos corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición evitable y permanente.

La pérdida de audición no tratada genera importantes costos en las comunidades de todo el mundo y supone para los gobiernos US$ 980 000 millones anuales.  Las intervenciones para prevenir, detectar y tratar la pérdida de audición son costo-eficaces y pueden suponer un gran beneficio para las personas. Solo un 17% de todas las personas que podrían beneficiarse de utilizar un audífono llevan uno”. Estos párrafos fueron extraídos textualmente de la página electrónica de la OMS. Resumen el problema mundial de estas patologías, sus causas y consecuencias de todo tipo Desconozco la cifra de afectados en Panamá. Según esas cifras casi un 20% de la población mundial está afectada. Y un 6% necesita rehabilitación Bajo la creencia de que somos casi 4 millones y medios de habitantes, es posible que haya quizás casi 900,000 panameños afectados en alguna forma si aplicamos ese 20 por ciento. Posiblemente sean menos o más. Nuestra juventud  ha sido víctima de daños a la audición. Este informe de la O.M.S  resalta situaciones preocupantes que pueden estar sucediendo en Panamá.

La prevención es importante. Debemos promover costumbres y hábitos  que  eviten esta pérdida de audición. Esperemos que post pandemia sea uno de los problemas  atendidos con prioridad por las diferentes Instituciones públicas  encargadas de estas enfermedades. El difícil acceso al audífono es un factor a  considerar. Sus costos son elevados  para un segmento mayoritario de los panameños. Se necesitan normas legales que en alguna forma lo regulen. Estos aparatos son realmente parte de la solución para algunos pacientes. No son artículos de lujo.

  Eduardo A. Reyes
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