Opinión

Los tipos de personalidad en el ámbito académico y profesional

22 de abril de 2021

He pasado la mitad de mi vida internándome en un sinnúmero de ambientes  de capacitación y profesorado de todo tipo, en los cuales he llevado mi mensaje claro de que su activo más importante son las personas y sus personalidades:  el Capital Humano de las empresas públicas y privadas; porque son quienes aportan su energía, aptitudes, inteligencia y destrezas a los objetivos de la productividad laboral y educativa.

En mis constantes seminarios y conferencias, les recuerdo que los que dan vida a las instalaciones de las empresas  y Centros de Enseñanza, a todo nivel que educan a las personas, de cualquier edad, con procesos y técnicas diversas, son seres humanos. Gente, con vida propia.

Personas con deberes cotidianos, que madrugan para preparar el día de sus familias y transportarse al lugar de estudio/trabajo desde muy lejos; para regresar a sus casas al anochecer y abordar con gracia y empeño todas las responsabilidades de administrar su vida de hogar.

En términos generales, el Psicólogo se ocupa de la conducta en muchos escenarios: El Familiar, El Social, El Grupal, El Laboral y el de situaciones Escolares y Académicas. Estas realidades se atienden desde dos facetas: la científica y la práctica.

La Psicología en el universo de la capacitación laboral , es un campo legítimo de investigación científica, comprometido con el conocimiento de las personas (alumnado y componente profesoral), quienes son, haciendo una analogía, el software del trabajo; mientras que las Instalaciones, Metodología, Pedagogía, Equipos y Procedimientos representan el hardware.  

Como en cualquier área científica, los psicólogos plantean ideas, creencias en forma de hipótesis, para encauzar su investigación y utilizan métodos científicos para obtener respuestas. Los psicólogos intentan organizar los resultados de los estudios en significados útiles para explicar la conducta, y reproducir los resultados a fin de establecer principios que ayuden a la gente a aprender un oficio o profesión.

Los descubrimientos de la Investigación en las personalidades humanas, pueden utilizarse, por ejemplo, en la formación de las personas en diferentes niveles educativos:

a) Para adiestrar mejor al Recurso Humano, tanto subalternos como gerentes, alumnos y docentes.

b) Incrementar la productividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

c). Identificar errores en los métodos y contenidos de estudios.

d.) Reducir el ausentismo escolar y laboral, haciendo atractivo el aprendizaje según las diversas personalidades.

e). Mejorar la comunicación entrenador -alumno, con el fin de asegurar un adecuado clima propicio para el aprendizaje.

f). Fortalecer el trabajo en equipo en las tareas de investigación y análisis de casos.

g). Desarrollar el liderazgo; entre otros muchos aspectos en las personalidades adecuadas.

h) Comportamiento del Estudiante/Colaborador  en el Trabajo, el  Aula de Clases y en su Hogar, cuando estudia y repasa los sistemas y  las tareas. En este sentido la Psicología es una disciplina académica.

Tanto para el adiestramiento en los lugares de trabajo, como en las escuelas. El aspecto profesional, la práctica misma, es la otra faceta de la Psicología Educativa, donde nos ocupamos de la aplicación del conocimiento para resolver problemas reales en el mundo laboral, una vez que se emerge de las aulas y nos adentramos en el trabajo.

A pesar de que la mano de obra siempre ha sido considerada importante en el desarrollo de las tareas, no fue sino hasta fines de los años 60, los 70 y sobre todo en la década de los 80 con la Calidad Total que las personas fueron identificadas como el activo más importante de toda organización, con habilidades, destrezas y personalidades únicas.

La personalidad es la suma total de las formas en las cuales un individuo reacciona o actúa con otros (Salvatore). Se considera que mientras que el Temperamento se hereda, la Personalidad, es una combinación de genética y aprendizaje en relación con el medio en que crecemos y los modelos que nos crían.

Personalidad o actitud exhibida  y  recomendación. El Discutidor: Neutralizar  su ansiedad (Técnica del Eco: reflejar palabras y posturas).  El Positivo: Permitirle que se exprese y como aporte recurrir a él. El Que Todo lo Sabe: Buscar el sentimiento detrás, destacar. El Locuaz: Afianzar nuestro punto con tacto, poner un límite a su charla.

El Tímido: Ponerle la cosa fácil, infundirle seguridad y confianza en sí mismo. Decirle que sí.

El Ausente: Inducirlo a mostrar su opinión. Buscar un tema en común.

El Reflexivo: Actuar con cifras tomando en cuenta su opinión. Sondear sus conocimientos.

El Pedante: No criticarlo, ni caer en su provocación. Alábelo.

El Astuto: Tratará de tender una trampa. No dejarse sorprender ni afrontarlo, pida apoyo.

El Bromista: Sonreírle y si se da la oportunidad, soltarle otra broma con tacto y con respeto.

El Agresor: Firmeza y control, apoyarse en los datos y plantear la verdad, revertirlo al grupo.

El Indeciso: Dejarlo que titubee y sin muchas alternativas que le provoquen ansiedad.

El Dominante: Dejarlo que exhiba su condición y al final fríamente obligarlo a que se defina.

Alfredo A. Arango
Psicólogo, Docente y Escritor
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