Opinión

Los sinsabores del tema del combustible

01 de marzo de 2021

Es de conocimiento público las molestias que sentimos todos cuando la gasolina y el diésel suben de precio. Esta situación se puede dar cada catorce (14) días por el cambio de los precios de paridad del combustible, que traen como consecuencia el aumento o disminución de los precios topes que han sido aplicados por el Ejecutivo en nuestro mercado hace varios años.

Hay que recordar que nosotros como país no somos productores de petróleo; por lo tanto somos importadores de combustibles y estamos a merced del cambio de precio de paridad. Este precio se refiere más bien a sus componentes, que son los costos de importación que tendría un importador de productos terminados, en este caso combustible (gasolina, diésel o algún derivado).

A estos costos hay que agregarle el precio f.o.b. Caribe, flete, seguro marítimo, pérdidas de tránsito, carta de crédito, pérdidas en el almacenamiento, descarga del tanquero, los costos de operación del terminal y el costo de capital. El problema aquí es que no hay forma de poder verificar la competitividad de la empresa y si mantiene precios razonables porque se desconoce sus costos.

Lo peor es que el Caribe no es el único lugar donde se compran estos productos ya refinados, y ese es el único que establece la fórmula de precio de paridad. Ya desde ese punto de vista hay una distorsión en el análisis. Ahora bien, esas son las reglas con que tenemos que convivir en nuestro mercado; en donde la existencia de un precio tope no da margen a la competencia.

Independientemente de esto, observamos la rivalidad o la competencia hacia precios por debajo del tope en varias estaciones de combustible. El aumento de los precios del combustible tiene varios componentes que no son controlables por el Estado, entre ellos es el aumento del petróleo, que tarde o temprano afectara el precio del producto refinado y es una de las más influyentes.

Lo que debemos hacer como consumidores es revisar en la página web de ACODECO, “La Ruta del Ahorro”; en donde se establecen los avenidas principales de Panamá con el precio de las estaciones de combustibles más económicas.

Se sorprenderán cuando vean que existen estaciones de combustibles que venden varios centavos por debajo del precio tope, compitiendo en el mercado por adquirir más clientes. Este tipo de ejercicio nos ayuda a ahorrar y cuidar nuestro bolsillo. Verifique sus rutas y compre en la más económica.

Fíjese que  le sugerimos que no salga de su ruta, use la de siempre y compre en la estación más económica. Recuerde que algunas estaciones venden más caro porque dan el servicio de despachar y otras más barato porque no lo dan. Haga la prueba y verá.

 

Pedro M. Meilán
Magisten Pedro M. Meilán
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