Opinión

Consumo responsable en pandemia

09 de diciembre de 2020

Para nadie es un misterio saber que en las fiestas de fin de año es cuando más compras de consumo se realizan. No sabemos si nuestro cerebro está ya acondicionado para despertar un consumo irracional, en el cual justificamos todo lo que compramos.

Lo que si sabemos es que el mercadeo a través de la publicidad que utilizan todos los comerciantes es lo que nos atrae a comprar y consumir sus bienes y servicios. Gran parte de las estrategias las podemos ver en el bombardeo visual y musical que nos marea de tal forma que nos perecemos al ganado cuando va rumbo al matadero. La publicidad es el principal motor para promover el consumismo.  

¿Cómo diferenciar el consumo del consumismo?  Resulta difícil trazar una línea divisoria, por cuanto uno es la exacerbación del otro. El consumo es una realidad cotidiana, forma parte del hombre y per se, no representa un problema, a diferencia del consumismo, que se sustenta más en una conducta impulsiva, irracional, y desmedida, en la que el sujeto cae presa de su entorno y adquiere más de lo que necesita. Analice el motivo que le hace comprar y diferencie si es una necesidad concreta o creada artificialmente (moda, estatus social, presión de grupo o simple placer).  

Frente al consumismo, se erige el consumo responsable, como el llamado que se hace al consumidor, de educarse, de indagar sobre los beneficios o perjuicios que le ofrece el bien o servicio que se plantea adquirir. Por ejemplo, en los alimentos, el consumidor responsable verifica la fecha de caducidad, compara el contenido, identifica nutrientes y analiza los efectos de estos para su salud.  

El consumo responsable como modelo de conducta nos lleva a ser más conscientes de los efectos que los bienes o servicios que adquirimos tienen sobre nuestro presupuesto familiar,  sobre nuestra salud y en fin, sobre nuestro bienestar.  

En tiempos de pandemia tenemos que ser mucho más responsables con nuestro consumo, ya que la situación económica ha reducido en gran parte nuestros ingresos. Éste es el peor momento para ser consumistas. Hay que recordar que con el COVID 19 en el ambiente cualquiera puede estar expuesto a ser infectado y debe tener los recursos necesarios para afrontar ese reto.

Así que en estas fiestas de fin de año solamente consumir lo necesario o lo que se necesita en realidad. Siempre hay que recordar que nos tenemos que arropar hasta donde nos llegue la manta para tener recursos en cualquier eventualidad que tengamos en este periodo de pandemia.   

 

Magister Pedro M. Meilán N.
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@metrolibrepty 
 

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