Opinión

Sedentarismo, el riesgo no evaluado

02 de febrero de 2020

Desde finales del siglo XX ha surgido un factor de riesgo que se asocia a muchas enfermedades, que ha existido siempre, pero que se ha agravado ahora, por el desarrollo de las civilizaciones y que se le ha llamado el «nuevo tabaquismo», porque ha pasado a ocupar el puesto que dejó vacante el vicio de la planta del tabaco. Este es el sedentarismo. 

El modernismo y los avances tecnológicos han traído como consecuencia la inactividad física, y con esto, el desarrollo de muchas enfermedades asociadas al hecho de no hacer ejercicios. ¿Cuántas veces hemos escuchado de nuestros padres y abuelos que antes se comía grasa y «no pasaba nada»?.

Es cierto, pero la gran diferencia entre inicios del siglo XX y la actualidad, es que antes se caminaba mucho más, se trabajaba más en el campo y menos en oficinas. Las comodidades del desarrollo (carros, oficinas, comida chatarra, «deliveries», etc.), tienen consecuencias funestas para nuestra salud.

El Estudio de Carga Mundial de Enfermedades indica que el 31% de la población es sedentaria. Según cifras de la OMS, el 80% de la población adolescente no tiene un nivel suficiente de actividad física. Esto es realmente alarmante.

Es muy conocido que enfermedades, como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, e inclusive algunos tipos de cáncer (sobre todo mama, riñón y colon) están directamente asociados a la inactividad física.

Específicamente, ejercitarse, al menos durante 30 minutos al día, reduce la posibilidad de diabetes en un 42%, de cáncer de mama en un 20%, de osteoporosis hasta en un 17%, y la depresión y la ansiedad hasta en un 40%.

Pero, como siempre decimos, cada uno debe ser responsable de su salud. Los gobiernos deben adecuar parques y esforzarse para tener lugares aptos para estas actividades, pero las personas deben tomar la determinación de usarlos, por el bien de su salud y la de sus familiares.

Hay que destacar que, entre más temprano en la vida se empiece a hacer ejercicios y más seguido se hagan, mayores son los beneficios que se obtendrán.

Un estilo de vida saludable, basado en una dieta baja en sal y azúcares simples, ejercicios diarios y tener el esquema de vacunación completo, es fundamental para que su vida no solo sea más larga, sino con mejor calidad y productividad.

Miguel A. Mayo
@mayogastro

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