Opinión

Educación: la gran deuda nacional

09 de diciembre de 2019

La calificación dada a la clase estudiantil panameña por el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, ha dejado muy mal parado al sistema educativo nacional, cuestión que –si somos honestos- a nadie debe sorprender porque somos conscientes de esta gran deficiencia.

Por supuesto que para nada es halagador conocer que estamos entre los peores de la región latinoamericana. Siempre he sostenido que en este asunto hay una responsabilidad compartida entre el gobierno, los educadores, los padres de familia y los medios de comunicación. Sin embargo, para nada restamos la gran responsabilidad de los dos primeros sectores.

El Estado, representado por el gobierno, tiene que destinar su mejor esfuerzo a través de una adecuada inversión financiera, mientras que los docentes deben tomar más conciencia del gran mensaje que todo esto implica y el gran deber de incrementar su rendimiento. Al final del cuento no es asunto de pasarnos la pelota unos a otros. Nadie debe eludir la preocupación que este malestar educativo nos provoca, porque estamos hablando de quienes tendrán el gran compromiso de enfrentar los nuevos tiempos en cuestión de producción y rendimiento.

Somos deficientes en materia de lectura, ciencias y matemáticas. Lo que nos sucede a los panameños no es la simplicidad de aceptar que es “alarmante”, sino de empezar a enderezar el rumbo de esta nave, entendiendo que nos estamos jugando el factor eficiencia que tanto demandan las grandes empresas estacionadas en Panamá.

Los educadores tienen que despertar. El resultado de estas deficiencias no es otra cosa que parte del trabajo irregular que realizan en beneficio de nuestros niños y adolescentes. Mirar hacia otro lado sería tanto como no reconocer que los que realmente fueron evaluados fueron ellos mismos. El sistema no está funcionando. Los programas de enseñanza no son correlativos al nuevo siglo. Y si no hacemos algo de inmediato, simplemente estaremos condenados a ser unos fracasados. Ojalá que lo dicho por el informe en cuestión nos haga despertar hoy, no mañana.

* El autor es periodista.

Euclides Corro 
[email protected]

 

TE PUEDE INTERESAR