Nacionales

Niños sicarios: El reflejo de la disfunción familiar

13 de octubre de 2021

A las 2:00 de la tarde del 26 de noviembre de 1996 nacen en el hospital Santo Tomás los mellizos Gerardo y Rubén, posteriormente conocidos como “Pacorita” y “Gordo”, quienes a sus 11 años de edad  ya habían asesinado a más de 35 personas.  En el año 2011 fueron ultimados.

También está alias “Riquitillo”,  el caso más reciente, un joven de 16 años de edad, asesinado a finales de septiembre de este año y vinculado  a 8 homicidios.

Para el ministro de Seguridad Juan Manuel Pino Forero “estos menores de edad no llegan a ser sicarios de la noche a la mañana, por lo que es importante entrar a considerar qué los llevó a ese mundo oscuro de la delincuencia y la criminalidad, a tan corta edad”.

“Es lamentable cuando un niño prácticamente se convierte en asesino y peor aún, sin conocer la vida, pasa de victimario a ser la víctima de los rivales o enemigos que le ponen precio a su cabeza”, dijo el ministro.

Para tratar de entender el perfil  de estos menores dedicados al sicariato, afirma el  Minseg, “podemos decir que existe un denominador común en la mayoría de los casos: el entorno familiar, un hogar disfuncional, es decir, la falta de atención, orientación, afecto, valores y principios positivos que deben ser inculcados por parte de los padres; ello a fin de que puedan contar con una plataforma sólida para que no caigan en las tentaciones que ofrecen los cabecillas de las organizaciones criminales, quienes los ven como caldo de cultivo”.

Otro punto a destacar, indicó el ministro, es el entorno social, donde el ambiente es hostil, marcado por la violencia, peleas entre bandas rivales, sangre y muerte; aspectos que inciden, ya que es el día a día y que de una forma u otra absorbe al menor, ante la ausencia de esa base sólida familiar; que sumado a la deserción escolar, lleva a estos infantes a convertirse en delincuentes o formar parte de una pandilla, para luego ser utilizados en tumbes de droga, ajustes de cuentas o asesinatos.

Pino destacó que, actualmente el ministerio combate el delito y la criminalidad, a través de la planificación estratégica en el que se ejecutan diversos operativos y allanamientos en todo el país, muestra de ello son las 31 mil capturas realizadas en lo que va del presente año, las 1,754 armas de fuego y las 47,712 municiones incautadas, las 93 toneladas de droga decomisadas y más de medio millón de dólares confiscados, derivados de actividades delincuenciales.

No obstante, afirmó el ministro, “también tenemos fijada la mirada en un eje fundamental y prioritario, como lo es la Prevención, por lo que se implementó en agosto del 2019, el Plan Integral de Seguridad Ciudadana  (PISC), el cual abarca las provincias de Bocas del Toro, Panamá Oeste, Colón y el distrito de San Miguelito, focalizado hacia la niñez, la adolescencia, adultos, y adultos mayores. Durante los 26 meses de iniciado el PISC, se han impactado un aproximado de 550 mil ciudadanos.

El deporte como aliado en la prevención

El ministro  Juan Manuel Pino señaló  que la parte deportiva  juega un papel  en la prevención, por lo que se creó la copa denominada Las Estrellas de Colón, que  inició el pasado agosto y culminará en  dos semanas. En este evento participan 1,452 jóvenes de seis distritos  y 43 corregimientos de la zona atlántica.

En la copa los jóvenes han recibido charlas sobre autoestima, superación personal, profesional, la buena convivencia, manejo del entorno, la tolerancia, respeto a las demás personas,  los buenos ejemplos y protección del medio ambiente.

Informaron que para fin de año se organizará la Copa Las Estrellas de Panamá Oeste, en la que participarán  1,900 jóvenes, conformando 177 equipos de cinco  distritos (Chame, Arraiján, Capira, la Chorrera, San Carlos). 

Redacción
[email protected]
Twitter: @metrolibrePTY
Instagram: metrolibrePTY
 

TE PUEDE INTERESAR