Tu maestro, lucero, de la vida, que pones luz, donde hay oscuridad, paz, dónde hay confrontación. Tu arma, el lápiz, el cuaderno y la pluma, virtud, te ha dado Dios y siempre, siempre siembras a tu paso, la semilla, del amor y la sabiduría. Hoy es tu día, hoy todos lo deben celebrar porque, tu día, son todos los días, porque siembras luz, dónde hay oscuridad. Camina con la frente, en alto, ya que, al caminar, derramas cataratas de luz, conocimiento y amor. Ese es tu destino, poner la luz, dónde hay oscuridad y conocimiento, dónde la ignorancia impera.
Dios, en su infinita bondad, fijo la mirada,...