El mundo se encuentra inmerso en una “guerra” que muchos consideran no tener fin, tal como se ve en Ucrania, Gaza, Israel y otras ciudades. Sin embargo, los conflictos no solo son con armas o bombas también la lucha se está viviendo en la política, en lo económico, en la educación, en los poderes, en la salud, en lo religioso, incluso lo familiar.
El peligro se encuentra cuando esa guerra toca la familia, donde grupos organizados y redes sociales cuestionan las labores de los padres lo que conlleva a que los hijos les falten el respeto a los padres, no obedezcan y se crea un conflicto cuyo final...