Opinión

Es mejor decir no

18 de mayo de 2022

 A lo largo de nuestras vidas debemos realizar compromisos, financieros para poder llegar adonde deseamos llegar.  No es una tarea fácil, ya que para vivir una vida sin deudas y preocupaciones económicas, debemos realizar sacrificios para vivir un futuro con paz mental. 

Cada dólar que decidimos gastar no es más que una reflexión de nuestros valores y sentimientos. Pero si somos conscientes, esto se puede lograr con disciplina y conocimientos. A medida que realizamos estos sacrificios y decidimos ahorrar cualquier dinero excedente después de pagar nuestras obligaciones fijas, en vez de gastarlo en nimiedades, esos mismos sacrificios nos apoyarán a pagar con anticipación nuestra hipoteca u otras deudas y a cancelarlas antes de sus fechas -años de vencimiento.

¿No sería esto emocionante e ideal? 

Lo que les escribimos va en contra de la cultura que las redes nos venden a diario: “Compra hoy paga después”, “Haz lo que te haga feliz hoy y no pienses en el futuro”, “Te lo mereces”, “Compre ahora y pague en 120 días”, 0% en financiamiento; son solamente algunas frases publicitarias y preparadas por expertos que nos impulsan a gastar, aunque no tengamos el dinero para realizar esas compras. Vivir en el momento, sin pensar en las consecuencias. 

El problema con este pensamiento es que nos limita y nos alcanzará con el tiempo, encontrándonos después en una situación apremiante.  Sabemos que es difícil, porque encontraremos a nuestro paso muchas tentaciones que nos harán flaquear; por ejemplo, las invitaciones de amigos para salir a rumbear o las vacaciones de fin de semana, esos zapatos que están de moda y con lo que no podemos vivir sin, esa TV con nuevos aplicaciones. A todas esas tentaciones a las que nos gustaría decir que sí, pero que sabemos que no podemos realizar y que por ego hacemos, a sabiendas de que no contamos con los fondos. 

¡Pero lo queremos y lo queremos ahora! He ahí el error, porque no podemos vivir de apariencias y el hábito enfermizo de compararnos con los Juanes. Suena a mofa, pero muchos vivimos de apariencias y no vemos nuestra realidad. Les garantizamos que es mejor vivir una vida simple que una vida en términos de los intereses y las presiones que el crédito saturado de la tarjeta Visa nos va a acarrear. Realizar un presupuesto no nos traerá más dinero, pero nos ayudará a manejar el dinero que ganemos de manera más adecuada. 

Cuando terminen de pagar sus deudas, el placer personal del sacrificio realizado será incalculable y se sentirán orgullosos de haberlo lograrlo. Terminamos con las palabras de Tomas Jefferson: “Nunca gastes el dinero antes de obtenerlo”. En simples palabras, vivamos con lo que generemos.

Sara Asvat 
[email protected]

* Empresaria. 

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