A paso de tortuga, pero avanzando

A paso de tortuga,  pero avanzando. En los últimos años diversas producciones con temática ‘queer’ se han tomado las plataformas de streaming de poco a poco, acción que va normalizando la representación de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en el entretenimiento. Con el más reciente lanzamiento de Netflix, Hearthstoppers, por primera vez en mucho tiempo se ha complacido a las audiencias que exigían personas queer no hipersexualizados, como los que ya se venían presentado en series como Elite y Sense8.  

La serie Hearthstoppers, basada en las novelas gráficas de Alice Oseman, que narra los inicios de la relación de dos jóvenes gay durante su periodo en la secundaria permaneció por varias semanas seguidas entre los primeros puestos de reproducción en diversos países.   Todo esto sin mostrar adolescentes hipersexualizados. Además, el público alabó la decisión de contratar actores que corresponden con la edad de los personajes a interpretar.  

Y es que ya  es común ver personas entrando en sus 30 interpretando a adolescentes, lo que brinda una expectativa errónea de cómo se deben ver los jóvenes a cierta edad.  En el pasado la sola mención de un personaje no heterosexual en un filme o serie significaba casi la ruina del producto, y aunque todavía existen detractores férreos a aceptar que existen otros estilos de vida, estas historias van ganando espacios en beneficio de las juventudes que aún están descubriendo su sexualidad. 
Existen títulos como ‘Sex Education’, ‘Young Royals’ y ‘Euphoria’ de HBO que también acaparan el nichoLGBT, pero hasta ahora, creo que Hearthstoppers es el más educativo a nivel emocional y de autodescubrimiento.  

Gina Arias
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* La autora es periodista y analista.