Opinión

La retirada de las tropas rusas de Ucrania

31 de marzo de 2022

Repito: un tigre herido es más peligroso. No me equivoqué. Putin fracasó en sus pronósticos de fantasía imperial. No pudo cumplir con tomarse Ucrania, en tres días. Le cae bien, además que quién mucho abarca poco aprieta.

La guerra de Putin tuvo su primer revés catastrófico en las redes sociales, tanto en Rusia amordazada como en Occidente. Los tanques destrozados, soldados muertos y heridos, aviones y helicópteros de combates derribados fueron dibujando con rapidez su error militar. 

Solo quedó el recurso de la barbarie, la criminalidad de guerra, desatando una carnicería humana contra civiles y sus estructuras físicas residenciales, forzando con ello, a una crisis humanitaria con la salida de millones de ucranianos huyendo de los misiles, bombardeos aéreos, lanzamiento de bombas de vacío, fosforo y cohetes termobáricos.

Putin, en vez de escoger la guerra contra objetivos militares, escogió la guerra de crimines de guerra; mientras Zeleskyj, escogió la defensa, la ofensiva y los ataques a objetivos militares del ejército invasor y, destruyó defensas mecanizadas, y propinó más de 17 mil muertos y otra veintena de miles de heridos.

Este balance, entre militares rusos, concluye que continuar con la estrategia errada hacia Ucrania, no da lugar a cantar victoria sino un reacomodo en el campo de batalla, porque son más de 130 mil soldados rusos adentro que plantea un peligro de las tropas en el campo de batalla.

El conflicto, en definitiva, está en parálisis y congelamiento. No hay acuerdo de paz en las negociaciones, el mundo se ha volteado contra Rusia, y no es confiable los anuncios de los militares rusos porque en principio repitieron una y otra vez, que la movilización de sus tropas y equipos formaban parte de ejercicios que terminó en una invasión injustificada.

Con una situación, donde todos los puentes están rotos, las tensiones en aumento y una creciente desconfianza de Ucrania, con los últimos avisos de Rusia, y analistas considerando una treta, que solo busca concentrar operaciones ofensivas más favorables, equivale a no esperar labor de orfebre, sino un gesto difícil para la paz. Para Rusia, es crucial el momento.

Desaparecer con celeridad de la escena de guerra, es poner en peligro sus tropas durante la retirada y un descalabro de su ejército, dicen los expertos militares en guerra. 

Como bien dije al principio, con una Rusia hundida económicamente, con sanciones que tienden a ser a más largo plazo, una condena mundial, la conclusión es que Rusia ahora es más peligrosa porque está aislada y cerrada así misma mientras a Vladimir Putin, le esperará un pasillo hacia los tribunales internacionales de crímenes de guerra.
* Periodista.
Roberto R. Rodríguez
rodrí[email protected]
 

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