Saber poner punto final
Aprender a confrontar sabiamente cada una de las etapas de nuestra vida es primordial para alcanzar nuestra tranquilidad y salud emocional.
Los cimientos para conseguir un crecimiento personal y encontrar esa tranquilidad tan deseada deben basarse en el amor propio, respeto y la dignidad hacia nosotros mismos
En ocasiones esa frase “luchar por lo que queremos”, pierde significad, porque hemos responsabilizado a otra persona por nuestra felicidad o priorizado la tranquilidad de otro por la nuestra. Tenemos que tener un equilibrio.
Si, cerrar ciclos y relaciones complicadas, y dejar a un lado esa sobrecarga emocional, nosotros somos nuestra prioridad y los protagonistas de nuestra vida.
No nos aferramos a miedos o la indecisión, porque a la larga traerá dolor y frustración.
Debemos dejar a un lado ese mal hábito de colocarle puntos suspensivos a relaciones concluidas, pensando que quizás sea como antes; nunca será como antes.
A partir de hoy ilusiónate por ti, amate.
Disfruta de la sencillez de la vida, conoce, viaja, atrévete. Abre las ventanas y deja entrar el brillo de ese nuevo día, esa brisa fresca. Dejemos ir a esos corpúsculos que nos contaminan. Y nunca dejemos de cuidar a nuestro “niño interior“.
Ernesto Maytín
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* El autor es docente.