Arango: Los buenos modales

Con frecuencia mis amistades se quejan conmigo acerca de los modales de sus hijos: “No saludan cuando llegan de la calle”, “no se despiden“, “no dan los buenos días ni noches”.

En realidad los buenos modales se inculcan en el hogar, si los padres no los practican, los hijos, no tienen modelo a seguir. Haré un breve recuento:

1. Cuando se levantan o llegan a algún lugar en horas de la mañana, se deben dar los “Buenos días” A quién esté o se encuentre casualmente. Es hermoso, sentir: que se está deseando que el día transcurra con felicidad para el prójimo.

2. Al momento de despedirse de alguna reunión o salir de casa, es de muy buen gusto la frase “Hasta luego”, “adiós”, “nos vemos en la tarde, o mañana”, o algo parecido.

3. Al anochecer, se impone saludar con una “Buenas Noches”, y al despedirse: “Hasta mañana Fulano o Mengana (utilizar el nombre de quien se despide , el nombre al es el sonido más hermoso, para cada ser humano y  una señal de personalización).

4. Si se necesita atravesar, en medio de un grupo, las palabras, “permiso o con permiso”, son las adecuadas, para irrumpir, entre un grupo de cualquier tamaño (sean 4  o 15 personas).

5. Si ya es de noche, al llegar y al despedirse , se dan las “Buenas Noches”, en forma generalizada , si es un grupo, o a la persona, con quien hemos estado conversando aparte .Sea una o dos, o varias personas. Un “Hasta Mañana”, es muy adecuado también.

6. Si vemos que alguien está ocupado/a en otro asunto, se interrumpe con un “Perdone, ¿me da la hora,  por favor”.

7. Al recibir algo, material, un favor inmaterial, o un regalo especial ; es fundamental, dar las “Muchas Gracias”, pudiendo agregar “muy amable de su parte, semejante detalle”.

8. “Por Favor”, podría pasarme el azúcar/ el arroz/un pedazo de la Rosca (si es una comida, cena o banquete ). “Llene mi copa de vino , Por favor; que deseo tomar un poco más”.

Estos son los buenos  modales, básicos, que se deben cultivar en los hijos, poniéndolos en práctica entre la misma pareja y con los familiares que nos visitan, para así inculcárselos a nuestros hijos.
 

Alfredo A. Arango
Psicólogo y Escritor
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