Opinión

Mi madre Yolanda

09 de diciembre de 2021

En  el día de la Madre, deseo recordar a mi madre, Yolanda Restrepo. Nació en México, hija de una penonomeña: Baltazara Barrantes Solanilla Tejeira, quien obtuvo un puesto diplomático en México D.F. Ahí llegó mi papá y se hospedó en su casa, como otros tantos panameños y acudió a la Facultad de Medicina, con Yolanda.

Se enamoraron, se casaron y nací yo quien casi no sobrevivo, con una gastroenteritis, a los 6 meses de nacido. De regreso en Panamá. 

Trabajó arduamente, por la mañana en el Ministerio de Hacienda y por las tardes, como Correctora de Pruebas de un diario.

Después de mí, tuvo 4 hijos más, Yola, Augusto, Alex y Aníbal.  A todos nacidos en Panamá y a los cuales  quiso mucho, aunque, algunos  no se portaron con ella tan  bien.

Ella vivió en un apartamento, que varios hermanos le compramos, hasta que su hijo menor, entró con su familia y literalmente, la obligó a irse. La Llevamos a un residencial para ancianos, donde yo era uno de los pocos que la visitaba frecuentemente. Cuando era anciana, la sacaba a pasear con su sobrino Armandito (quién la quería mucho). 

La llevaba (entre otros lugares) al pueblito de Panamá Viejo, estacionaba y abría su ventana, para que conversara con la gente humilde que ahí vivía. Un día, fuimos al Jardín de Paz y le pregunté: “Mami, cuando tú te vayas, que prefieres, que te crememos o de cuerpo completo?” Y me contestó: “¿Por qué si somos 3 en el carro, solo me preguntan a mí?” Y así fue su sobrino que nos acompañaba, murió mucho antes de ella, de una rara enfermedad.

Y ahí estuvo en ese Residencial, teniendo (creo) solo mi visita, semanal. Hasta que enfermó, fue de urgencia al hospital y falleció.  Yolanda fue una madre ejemplar.  Tocaba el piano.

Alfredo A. Arango 
Psicólogo y Escritor
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