Opinión

Crónicas de vida

09 de septiembre de 2021

Desde que gané varios concursos literarios en Secundaria, del Colegio San Agustín; me perfilé como escritor. Así mismo, el escándalo (ficticio) que hicieron los periódicos, con nuestra obra teatral (escrita con E. Soberón Torchía): “Pepita de Marañón; El día de la Lata” Premio Miró; de las 400 representaciones de mi obra Infantil Tin Marín, Premio de Literatura Infantil, en escuelas de todo el territorio nacional (Yo la ví en el Teatro Ascanio Arosemena , del Área Revertida).

Otras como: “Hay que Corromper al Presidente”, “Mamá No Hace Nada “, El Pueblo a la Cola” y varias más; “Album de Familia”, (libro de Cuentos )no permiten poner en duda que me apasiona escribir. En los últimos 10 años, escribiendo Columnas de Opinión, para tres prestigiosos  diarios : La Estrella de Panamá, La Prensa y recientemente, Metro Libre; certifican  que me embarga una gran felicidad escribir, contra todo diagnóstico.

A pesar de que he sido diagnosticado con “Principios de Alzheimer ", por tres médicos especialistas y una Psicóloga, que me realizó varios Tests Psicológicos, encontrando varias “lagunas de memoria”, continué con  mis columnas; en varios diarios, siendo los temas en parte biográficos (conservo intacta la memoria antigua), en parte noticiosos de la realidad nacional los cuales   he podido rescatar.

La maravilla de Google (donde encuentras de todo ) la información de las noticias de los diarios y otros medios; la observación directa del fenómeno que ha traído la pandemia, me han ayudado a desarrollar temas de mis columnas periodísticas.

El primer premio que gané (entre los colegios privados) en 5to año de secundaria del Colegio San Agustín fue sobre el Concilio Vaticano II, con el pseudónimo “El Inadaptado Incomprendido”. Cuando un lunes, proclamaron al ganador, dijeron solo “El Inadaptado”, inquiriendo quién era.

Dije: “Yo, pero no solo "Inadaptado", sino "Incomprendido”. Y el Padre rector, espetó, “Qué, incomprendido ni qué ocho cuartos, le quitamos esa otra tontería”.

Actualmente, el acontecer nacional como los casos, de crímenes, inundaciones, temblores, abuso sexual en albergues; escándalos de prominentes figuras políticas,   etcétera, proveen una gran cantidad de información, hasta para el más desmemoriado, con la que se pueden escribir cien columnas.

Toda mi familia se ha caracterizado por sufrir de Alzheimer, en algún momento, más allá de los 80 años; no sabré quién soy (ya tengo 76 años ), pasando los 85, mis bisabuelos, no recordaban quiénes eran.
 
Gracias a Dios, mi esposa es una gran mujer, que me recuerda, tomar mis medicinas, las recomendaciones de los doctores, que visito, por diferentes necesidades, etcétera.

 Alfredo A. Arango
Psicólogo y Escritor 
[email protected]
 

Contenido Patrocinado
TE PUEDE INTERESAR