Las empresas y su responsabilidad social

Cuando empiezas un negocio, generalmente tenemos muchas metas que deseamos cumplir.  Nuestro enfoque principal es desarrollar nuestro concepto del negocio, desarrollar nuestros talentos, planes, obtener el financiamiento requerido y hacer dinero.

Pero se pregunta, ¿qué tiene que ver la responsabilidad social empresarial en todo esto? Así, como nosotros, como individuos, tenemos responsabilidades con nuestras comunidades, las compañías o negocios o emprendimientos tienen responsabilidades y obligaciones con nuestra sociedad.

Las leyes de muchos países les otorgan a las compañías que practican esto, exenciones o exoneraciones de impuestos y limitaciones en las responsabilidades de los socios, precisamente para incentivar a los empresarios a aprovechar y realizar obras para el bien común.

Porque dependemos de la sociedad para poder sobrevivir. Más aún, si somos socialmente responsables, hace de nuestras empresas, compañías más saludables. Primero, porque establece valores de cultura, creando un ambiente socialmente comprometido con los que nos rodean.

Y eso es contagioso, ya que se ha comprobado que estas empresas mantienen colaboradores con mayor grado de integridad y honestidad. Y, ese efecto positivo corporativo, aunque suene extraño, apoya a ser menos vulnerables ante las autoridades y agencias regulatorias, porque nos expone de manera positiva antes dichos entes.

El efecto multiplicador entre los colaboradores es invaluable. Ellos sienten que forman parte de una organización que se preocupa por elevar el bien común.

Estos programas sociales apoyan a mantener el índice de rotación bajo y a que los posibles prospectos miren con mejor ojo a estas empresas y los mejores se decidan a aceptar sus ofertas en el mercado laboral. La responsabilidad social empresarial beneficia al final a: Al negocio o la empresa. La comunidad que lo rodea. A la economía del país.

Ser socialmente responsable es hacer lo correcto y siempre lo correcta atrae como consecuencia, todo lo bueno a una empresa: le da visibilidad, una buena imagen, es un instrumento para atraer talentos, integra a tu grupo de trabajo, hace que los empleados se sientan más satisfechos en sus labores y permite que otras compañías nos contacten para aprender de nuestras actividades y experiencias, brindándonos contactos estratégicos potenciales, clientes y suplidores con valores más íntegros.

Sara Asvat
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