Opinión

“Necesitamos un defensor del consumidor para bancos y empresas financieras”, Meilán

06 de septiembre de 2021

Nadie puede negar el gran valor que han tenido los bancos en el desarrollo y crecimiento económico del país. De la misma manera no se puede pasar por alto que el Banco General a través de su trayectoria se ha convertido en el banco privado de mayor músculo y credibilidad.

No tenemos la menor duda de que se han encargado de hacer realidad los sueños de muchas familias, aprobando préstamos hipotecarios, de auto, de estudios, etc., que le han cambiado la vida a una gran cantidad de panameños y extranjeros.

Independientemente de lo anterior, lo ocurrido el fin de semana pasado en donde mucha personas con cuenta en el banco fueron despojados, por lo motivos que sean, de sus ahorros en sus cuentas bancarias, incluso llevando el saldo a cero, no es una situación normal y demuestra la disparidad contractual existente entre los bancos y los consumidores.

Se deja claro que no existen leyes equitativas para proteger los abusos e ilegalidades que se le pueden cometer a los consumidores en una relación totalmente dispareja, que una de las partes tiene casi todo el control de la contratación, mediante contratos de adhesión, que ante otras legislaciones de protección al consumidor muchas de las cláusulas de esos contratos serían declaradas abusivas; ya sea en forma absoluta o por lo menos relativa.

Es por esta razón que considero que llegó el momento de que revisemos la ley bancaria en materia de protección al consumidor porque tenemos que reconocer que en la parte regulación pareciera que hemos tenido buenos resultados.

Lo primero que hay que hacer es eliminar de los reguladores la materia de protección al consumidor. Esto quiere decir que no deberían ser los reguladores los que atendieran las quejas de los consumidores o usuarios, para eso existe la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO) o en su defecto creemos un defensor de los consumidores en materia bancaria y de empresas fiancieras.

Fíjese que este problema de solución de conflictos de los usuarios, no solamente está en la banca, también lo tenemos en las financieras. Es más, la materia de seguro también lo incluyó en su ley. Pareciera que todos los regulados lo que buscan es que sus reguladores administren y decidan los temas de consumidores, cuestión que en muchas ocasiones se les dificulta por las demás responsabilidades que tienen.  

Lo segundo es hacer una revisión responsable y justa de las cláusulas de estos contratos para poder hacer una contratación más equitativa en donde no se den abusos a la parte más débil de la relación de consumo. Esperamos que lo ocurrido este fin de semana no solamente quede en el ambiente como un error sin ningún tipo de investigación, de ser necesario.

Queda demostrado que la banca tiene la postestad en cualquier momento de tomar decisiones con los dineros de sus cuenta habientes sin siquiera tener que decirles. Algunos dirán que eso está dentro de las cláusulas del contrato, pero recordemos que en otras legislaciones o materias esto sería del todo abusivo.

Revisemos esta legislación y creemos un defensor para cada ciudadano de este país, con normas más justas y equitativas, que nos den el derecho de defensa que nos merecemos.  

Magíster Pedro M. Meilán 
[email protected]
 

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