Dr. Reyes Vargas: A vigilar
Estoy convencido que muchas personas idóneas están dedicadas a los cuidados de la salud. Digo idóneas por ser reconocidas por nuestras instituciones de salud acreditadas para estas tareas.
Estamos observando el ingreso de personas que con cursos a distancias que deben ser acreditados en nuestra nación ofrecen servicios en el campo de la salud. No se trata de negar el derecho al trabajo, sino de formalizar estos ejercicios.
Hay momentos que cualquier “personaje” ofrece servicios sin nuestros gobiernos conocer si está capacitado académica mente para ello. En este escenario hay de todo.
Creo en el aporte de la medicina complementaria y de alternativa para nuestra salud, SIEMPRE y cuando tengan evidencia científica. Me refiero a estudios controlados que sustenten que los tratamientos o herramientas usadas son de ayuda y no dañan al paciente.
En el cultivo de la apariencia física y otras actividades hemos observado la aparición de personas que se proyectan como guías o coach para esto.
Lo que no sé, es dónde, cuándo, cuánto estudio han realizado y si está acreditada su institución formadora en Panamá. Lo digo pues la globalización de la enseñanza puede abrir puertas a farsantes como lo hemos vivido en Panamá.
La salud es un tema muy delicado. La mayoría de profesionales idóneos dedicados a la salud y la enfermedad al menos cursan tres años universitarios o más. Nos referimos a técnicos y licenciaturas .Algunos doctorados. Nuestras instituciones como EL Consejo Técnico de Salud, Universidades de prestigio nacional que forman personal de salud, Sociedades de profesionales de la salud y técnicos, deben poner atención a esto.
Muchas veces me pregunto: ¿cuántos ciudadanos llegan tardíamente a un hospital por ser atendidos por estos ciudadanos o cuantos llegan con daños producidos por imprudencia, negligencia o impericias.
Cuantos llegan con diagnósticos tardíos como el cáncer pues los nuevos actores en el campo de la salud lo distraen sin evidencia científicas en lo que le aportan. ¿Cuántos mueren? Sé que los profesionales de la salud pueden también caer en estas debilidades mencionadas, pero al menos han hecho estudios universitarios .Y la ley los castiga si se comprueban sus faltas.
Reconozco también en el campo del ejercicio de la medicina que algunos colegas no saben decir,-“no sé, déjeme investigar” -y se pierde la fe en nuestra profesión, pues no dan la respuesta satisfactoria al paciente en su dolencia.
La medicina y otras profesiones de la salud exigen estudiar hasta que las funciones mentales lo permitan. Estaría más tranquilo si estas vigilancias se dan.
Puedo parecer exagerado, pero este tema es delicado. No podemos usar esa frase de: “Vive y Deja Vivir” y menos ser avestruces. Se trata de preservar la vida.
Eduardo Reyes Vargas
[email protected]