Opinión

El precio del combustible

29 de junio de 2021

Durante los últimos meses hemos observado un aumento en los precios de la gasolina y el diésel en el territorio nacional.

Por lo regular, la primera conclusión que sacamos del aumento, es que es producto del aumento del barril de petróleo.

Esa afirmación aunque tiene toda la lógica del mundo, en muchas ocasiones no es la única razón de ese aumento.

Si analizamos el tema del aumento del barril de petróleo, que es controlado por los países que lo producen, y que al final de cuentas son un monopolio legal establecido, sin ningún tipo de restricción o normativa que lo regule o reglamente.

Estos países de la OPEP tienen la fuerza sin impedimento jurídico para fijar sus precios y controlar el mercado.

De todas maneras el barril de petróleo comprado hoy, lo más probable es que se transforme en combustible varios meses después, lo que nos demuestra que el aumento del mismo no necesariamente crea un aumento inmediato en el combustible.

En Panamá el precio del combustible se encuentra bajo una regulación de precio máximo de venta. Cada 14 días el gobierno nacional a través de la Secretaría Nacional de Energía anuncia el nuevo precio de combustibles a la ciudadanía.

Esto es así porque nos manejamos mediante un precio de paridad de importación; en donde se estima el costo del flete, márgenes de comercialización, seguros, impuestos; o sea el valor que tendrá al final el litro en la estación de combustible.

Como ya hemos mencionado anteriormente existen otros factores que influyen en el aumento del combustible, factores que son directamente proporcionales a la oferta y demanda.

En temporada de invierno en Estados Unidos se consume mucho más combustible para las calefacciones, y eso de por si crea un aumento para nuestro país en el precio del combustible.

Ahora bien, al acabar esa temporada los precios podrían estabilizarse debido a la disminución de ese consumo.  

Lo cierto es que al incrementarse la demanda los precios tienden a subir. Uno de los motivos que en este momento pueda estar impulsando este aumento es el tema de la aplicación de la vacuna contra COVID, que en alguna forma crea en el consumidor una visión de mayor demanda.

Si las personas ven con buenos ojos la vacunación y tienen optimismo sobre el proceso de la misma, la demanda en los mercados tiende a aumentar, y así mismo los precios.

Estas fluctuaciones del combustible traen como consecuencia un impacto directo a la economía nacional o al bolsillo del panameño.

Claramente se ve al ir a llenar el tanque de combustible y nos damos cuenta que existió un aumento en el precio que pagábamos en el mes anterior.

Así también lo sintió el productor de nuestro agro y de la misma forma se agrava al ir al supermercado porque vemos el aumento de los productos que tenemos que consumir para subsistir.

Estos aumentos son como una cascada que terminan siempre en el último eslabón de la cadena que es el consumidor. Los consumidores siempre terminamos pagando el aumento que se da en cualquier mercado.

Al final del túnel estamos atrapados por una cantidad de factores que no depende de nosotros como país; ya que recibimos los aumentos de precios que se establecen en otros lugares e importamos productos que no producimos y tienen sus precios establecidos.

Tenemos que empezar a consumidor el producto nacional, y debemos trabajar en que tenga una reducción en sus costos dando beneficios a los productores, siempre y cuando puedan ser fiscalizados y que se utilice esa ayuda en forma responsable.

De esa manera el consumidor podría tener un alivio en su bolsillo y obtener mejores precios.   

 

Magíster Pedro M. Meilán
[email protected]

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