La entrevista de “Cuchungo” en el almuerzo

A unos meses de los comicios presidenciales del año 1989, en medio de una tormentosa campaña política durante el régimen militar del ex general Manuel Antonio Noriega,  la oposición (ADO-Civilista) había denunciado que el candidato presidencial Guillermo (Cuchungo) Endara Galimany (QEPD) había recibido una amenaza de muerte, que lo obligó a esconderse y a entrar en la clandestinidad.

Transcurrido un tiempo, sin conocerse el paradero del candidato Guillermo Endara, los medios nacionales e internacionales estaban detrás de unas declaraciones, mientras esto ocurría crecía la incertidumbre sobre el paradero del líder opositor.

En esa misión de lograr una entrevista con el señor Endara, también estaba James Aparicio, quien era el corresponsal de  France Press (AFP) y surgió la idea que el puente podría ser su amigo y socio Hernán Delgado. Bueno, echamos mano a la obra y fuimos al bufete Endara  Delgado y Solís en calle 50.

Casi al filo del medio día luego de una larga conversación con Hernán Delgado llegamos a un acuerdo de no divulgar el lugar donde se encontraba el señor Endara.

Tras una llamada telefónica y las directrices de seguridad que cumplimos ubicamos al expresidente, en uno de los pisos del edificio Plaza Bal Harbour, un miembro de su seguridad personal nos esperaba en la entrada del edificio y nos condujo al apartamento donde nos aguardaba Endara.

Nos recibió muy gentilmente, campechano como siempre nos hizo pasar, chisteamos un poco, se alistaba para almorzar con su esposa, la ex primera Dama Ana Mae Díaz de Endara, la mesa estaba servida con el menú, recuerdo que era carne, arroz, lenteja y tajadas de plátano maduro.

Antes de almorzar nos brindó las declaraciones, muy contundentes, al finalizar nos dijo: “los invito almorzar”, pero la prisa era nuestro factor, le agradecimos la deferencia.

Así como llegamos, nos retiramos escoltados por el miembro de su seguridad personal, nuestro objetivo fue logrado, lo demás es historia. El exgobernante mantuvo siempre buenas relaciones con los periodistas y medios.

Víctor De La Hoz
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*El autor es periodista