Opinión

La compra de una vivienda es un sueño donde hay que tener cuidado

10 de mayo de 2021

No existe a lo largo de nuestra vida una decisión de consumo más importante que la compra de una casa. Desde que cumplimos nuestra mayoría de edad, ya sea que estemos estudiando para ser profesionales o tengamos en proyecto empezar la vida familiar junto a una pareja, nuestra mente no deja de anhelar tener un hogar propio para vivir.

Es más, esta línea de pensamiento por lo regular está casada con la voluntad de poder dejarle algo de valor a nuestros hijos. Siempre decimos que los educamos y les dejamos un techo.

Ahora bien, es de suma importancia saber que ese sueño se puede convertir en una verdadera pesadilla, si no nos tomamos el tiempo de hacer nuestro trabajo como consumidores de verificar la trayectoria del promotor que realiza o vende el proyecto.

Cuantas veces no hemos visto personas que tienen problemas con las promotoras producto de incumplimiento en los plazos de entrega, aumento del precio de la vivienda por supuestos aumentos en costos de materiales, o aquéllas en las que simplemente la promotora rescinde el contrato sin dar mayores explicaciones.

Lo más triste es que en muchas ocasiones los consumidores no llegan a recuperar sus abonos, perdiendo todo el dinero que a lo largo de los años les había costado ahorrar para ver cumplido su sueño de tener una casa propia.

Esta mala decisión en la escogencia del promotor o del proyecto, incluso le puede causar daños irreparables; ya que puede ser que después no califique para otros proyectos, ya sea porque no puede lograr en corto o mediano plazo ahorrar los dineros para un nuevo abono en otro bien inmueble o sencillamente porque ya los precios por los cuales pagó en ese momento, ya no son los mismos y son más caros en la actualidad.

Esa es la razón por la cual es mejor prevenir que lamentar. Recordemos que en nuestra legislación no existe la figura del fideicomiso, que aseguraría o garantizaría los abonos de los consumidores en caso de que el proyecto no se realice.

En vista de lo anterior, la conducta responsable es hacer nuestra tarea y buscar información de quien nos está vendiendo. Esa información tenemos la ventaja de poder adquirirla en la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO), y de esa manera por lo menos tenemos mejor seguridad de que las cosas deben salir bien.

De todas formas si ya tomó su decisión y contrató sin hacer sus verificaciones, en caso de que no le salgan las cosas como lo esperaba, tiene el derecho de ir a ACODECO para que le ayuden en su defensa de forma gratuita de necesitarlo.

En este tiempo de Pandemia estamos seguros que se dispararan las denuncias y quejas porque muchos proveedores no podrán cumplir con los tiempos de entrega y muchos consumidores ya no tendrán la capacidad crediticia por la situación que estamos viviendo. Se tendrá que analizar caso por caso para ver a quien le asiste la razón en el evento de no existir un acuerdo. 

 

Magíster Pedro M. Meilán
[email protected]
 

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