El rector que necesita la UP

La Universidad de Panamá (UP), ha sufrido los embates de la politización como un reflejo de la situación del país.

Esta situación se ha entronizado gravemente en las estructuras y unidades que hacen la vida académica y administrativa universitaria.

Y es que las autoridades de la institución una vez en el poder, realizan toda serie de subterfugios para poder mantenerse y perpetrarse porque estar en el poder les permite además de obtener jugosos salarios, el manejo de los diferentes procesos académicos y administrativos en los que aspiran y participan el personal que desea hacer carrera en la institución.

Los diferentes cargos, concursos, ascensos, nombramientos, etc, permite al Rector tener injerencia en ellos decidiendo a beneplácito o no su viabilidad la cual en tiempos electorales cobra notable vigencia y trascendencia.

Para ser Rector según la Ley 24 Universitaria, el aspirante debe poseer Maestría o Doctorado los cuales son títulos obtenidos mediante estudios realizados en diferentes universidades ya sean nacionales o internacionales.

Sin embargo, el tener un título de Doctorado no significa que la persona que lo posea esté revestida de valores y principios que a lo largo de su vida lo hayan caracterizado como una persona honesta, íntegra, respetuosa, y digna de ocupar la primera magistratura en la universidad.

Se puede poseer un doctorado y ser una persona deshonesta e indigna de ocupar este cargo comprando conciencias y ofreciendo cargos y posibilidades de ocuparlos en las contiendas electorales.  

Una vez cumplidos los requisitos que le permiten a la persona optar por los diferentes cargos, es supremamente importante que esté configurada dentro de los valores y principios positivos que lo llevarán a cumplir una gestión transparente y digna a su entera satisfacción y a la aprobación de todos los universitarios.

Omar O. López Sinisterra
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* Docente.