Opinión

Proteger nuestro bolsillo, responsabilidad de todos

29 de marzo de 2021

Ahora que hemos entrado en la Semana Santa; en donde producto de nuestras costumbres religiosas y espirituales tratamos de consumir productos del mar con el objeto de guardar, como lo hemos practicado a través de generación en genereación, es que nos pasa por la mente ir a buscar los mismos, sin haber tenido la previsión que nos hubiera permitido poder adquirir el pescado y los mariscos a precios más económicos.

Lo ideal hubiera sido que compráramos los productos del mar con antelación, cuando estuvieran más económicos y los metiéramos en el congelador para consumirlos en esta época.

Es totalmente parecido al tema del guandú para Navidad, que todos los podemos comprar mucho más barato antes de la fiestas y congelarlo para después usarlo en el momento oportuno, pero la gran mayoría no lo hace.

Tenemos que actuar como buscadores y comparadores de precios. Esto debemos hacerlo con conciencia y responsabilidad. Si hay alguien que puede influir en los precios del mercado es el consumidor disciplinado.

Ese que solamente compra en los momentos que adquiere los productos al mejor precio y de buena calidad.

Este comportamiento alecciona al mercado; ya que se da cuenta que tiene un consumidor inteligente y capaz de hacer mermar su ganancia, sino le da precios justos porque él decide irse a otro lugar que si se los brinda.

Los disminuciones de precios no serán tan efectivas, si nuestro comportamiento descansa en la comodidad de nuestros hábitos de consumo, que impiden que actuemos como consumidores activos y bien informados.

Independientemente de si compró o no en forma responsable para esta Semana Santa, teniendo sus productos con antelación, todavía tenemos la oportunidad de salir a buscar los mismos en los lugares donde estén más económicos, frescos y de buena calidad.

En este caso específico tenemos que recomendar el Mercado del Marisco y el Mercado Nery, ambos uno al lado del otro.

En uno puede comprar los productos del mar y en el otro las legumbres y demás acompañamientos que necesite. Lo dos mercados tienen los mejores precios, limpieza y buena calidad.

Es más, dentro de los mismos puede encontrar la rivalidad de precios en los distintos puestos, que le permite a uno comprar más barato si nos comportamos como consumidores responsables.

Un consumidor informado es un consumidor con poder, pero si no ejecutamos ese poder en el mercado como buscadores y comparadores de precios, ese poder se lo traspasamos a los agentes económicos que sacan provecho de nuestro bolsillo. 

 

Magíster Pedro M. Meilán
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