Opinión

Primer inning

03 de marzo de 2021

Nuestra vida no está subordinada a objetivos predeterminados, nosotros somos capaces de modificar de incrementar nuestro crecimiento espiritual y personal en un plan congruente. Pero esta tarea no es fácil, en ocasiones podemos sentirnos perdidos o anquilosados, por mucho que busquemos ayuda, finalmente esta decisión nos corresponde a nosotros mismos.

La pregunta es ¿Cómo empezar a ordenar nuestras precedencias, estableciendo un modo individualizado para obtener nuestros objetivos? En primer lugar será valorizar cuales son los objetivos más importantes para nosotros, de esta forma esquematizaremos, dándole prioridad a lo que realmente importa.  

Luego haremos una lista de metas a mediano y largo plazo asequibles, para así buscar una manera más fácil para lograrlo. Seguidamente debemos concretar nuestro plan de acción, simplemente buscar la manera realista de conseguir estos propósitos, sin entrar en conflicto con nuestros valores.

Una vez confeccionada la lista, debemos subdividir estas en metas a corto plazo, de este modo iremos segmentando pequeños triunfos, que nos animen a seguir adelante. Y finalmente, revisar diariamente nuestros objetivos, es probable que hallan cambios en el proceso, todo eso es normal, es parte del crecimiento, es por ello  que debemos monitorear nuestros avances, en una constante motivación.

Solo recuerda, que las cosas más esperadas, llegan en el momento menos esperado.
*El autor es docente.

 

Ernesto Maytín III
[email protected]
 

Contenido Patrocinado
TE PUEDE INTERESAR