Opinión

El poder de la información para la toma de decisiones

15 de febrero de 2021

De qué sirve que nos brinden toda la información necesaria para la compra de un producto o la adquisición de un servicio, si al final no nos detenemos a leer las características y las advertencias que nos da su fabricante o distribuidor, que será de suma importancia al momento de un reclamo porque ésta se convierte en una obligación que debe cumplir el proveedor.

Les aseguro que otro gallo cantaría si como consumidores responsables, tomáramos decisiones racionales, verificando la fecha de vencimiento, los precios a la vista, comparáramos precios, verificáramos los periodos de garantía, la existencia de partes o repuestos y muchos otras más, que al final del camino ayudarían a cuidar nuestro bolsillo y serían la herramienta perfecta al tener el bien o servicio un daño o desperfecto. Para muestra un botón.

Tratemos de recordar la última visita que hicimos para comprar algo. Hicimos una lista de lo que necesitábamos, para comprar lo necesario y no cosas innecesarias, lo más probable es que no. Vimos la fecha de vencimiento, nos percatamos si el producto tenía un precio, estuvimos pendiente en la caja al momento que la cajera marcaba los productos por si cometía un error o estábamos distraídos en otra cosa.

La respuesta a estas situaciones por lo regular es que no hicimos ninguna de estas sugerencias. Inclusive, y resulta patético, las instrucciones y factura terminamos desechándolas sin siquiera mirarlas.

De la misma manera tenemos ese mismo comportamiento en otras actividades comerciales. En el caso de entidades financieras, como bancos, financieras, mueblerías, etc., aceptamos todo lo que nos dicen y decidimos firmar todo lo que nos ponen por delante ya que nos van a otorgar lo solicitado.

No es hasta que tenemos un problema cuando vamos y leemos para darnos cuenta que firmamos algo que no nos favorecía y tiene todas las trazas de abusivo o leonino. La toma de decisiones al comprar tiene que tener un comportamiento responsable y disciplinado. Hay que aprender a verificar todas las características del bien y ser pacientes al momento de decidir.

Revise y lea todo detenidamente y si no entiende pida asesoramiento. De usted depende ejercer su derecho a la información. No se permita comprar lo que no desea o lo que no ha ido a comprar, influenciado por un vendedor. Recuerde siempre que usted maneja el poder de la información, y es quien decide lo que necesita o no. También arrópese hasta donde le llegue la manta, no haga gastos más allá de su presupuesto.  

 

Pedro M. Meilán
Magisten Pedro M. Meilán
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