Vivencias de ese 9 de enero

Recordando  ese trágico nueve de enero [1964], cuando me entere ese día, lo que ocurría en la antigua vía 4 de julio, hoy Avenida de los Mártires, me aproxime como pude, a esta avenida donde se encontraba mi oficina, la empresa aérea brasileña Varig airlines, donde recién empezaba mi vida laboral, también estaban muy cerca a Varig, la KLM, Vianca,  Pan American Airways, y agencias de viajes Giscome, viajes Dalton, todas en su mejor epóca, con locales amplios.

Llevo en mi memoria, el terrible espectáculo de ver a nuestros compatriotas, jóvenes del Nido de águila, donde mi familia, los Méndez Pereira, tanto lucharon para darnos un lugar de estudio,  honroso, que amenazados por las patrullas de USA, corrían por las calles hacia la Roche, para escapar del ataque.

Las sirenas y ruidos de los locales en fuego, se oían como campanas de alerta… esto, me impacto y seguí corriendo hacia mis oficinas, creyendo que podía de allí  apoyar, también a rescatar documentos, exponiéndome sin pensar, en que una bala o el fuego que ya iba menguando, me pudieran afectar.  

A los pocos minutos,  estando en   mi oficina, oí la voz fuerte de Johny Carbone, gerente de KLM, que me gritaba, desde la puerta frontal de Varig, en plena avenida, casi frente al lugar de los hechos fatídicos,  “sal de allí, ven vamos a salir por la Ave central no podemos seguir en esta area”.

Así pude regresar a la realidad, y me fui del sitio, pero sin poder olvidar hasta el día de hoy, esos momentos tristes, por la humillación, por el desaliento y la desesperación de esos jóvenes, que luchaban para que se reconociera nuestra soberanía, aunque fuese ondeando nuestra bandera en ese colegio zoneista.

No fui participe de estos actos gloriosos, solo testigo circunstancial que me permiten hoy decir que debemos recordar con admiración y respeto a esos jóvenes que ofrendaron su vida en defensa de la soberanía de Panamá. 

 Raquel ‘Tita’ Méndez de Castro
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 * Abogada-periodista