¡Ojalá no nos desbordemos!

Ayer los panameños iniciamos un camino en que pusimos a prueba nuestra capacidad de ser razonables ante muchos retos.

Algunos saldrán a la calle en un desborde irresponsable, mientras que otros darán muestra de prudencia, de entender que los tiempos cambiaron y debemos actuar con sosiego.

Me refiero a los nuevos tiempos que conlleva una pandemia que ha cobrado muchas muertes y otras que están pendientes. Cantidad que hasta el momento deja una lección de sobrevivencia y entender que la naturaleza nos exige que hay que respetarla.

Y aunque el gobierno diga que no ha sido presionado, todos sabemos que en el fondo, es lógico interpretar que en el fondo hay mucho de presión de los sectores políticos y económicos que aseguran no soportan más un país en una cuarentena total; sin embargo, esto demanda una lista de corresponsabilidades.

En este asunto, al final del camino todos qué si nos surge un rebrote, surgirán los que pretendan lavarse las manos como Poncio Pilatos y harán escarnio para que otros carguen con el costo político y económico de esta tragedia. Ojalá no sea así, pero eso es lo que nos dice el sentido común.

Sin duda alguna todos queremos salir de este atolladero. Que la suerte nos favorezca, retornar a los índices económicos que nos mostraban como una nación próspera y con indicativos que nos ponían como una ejemplo y puntal de región.

¿Pero, y si nos equivocamos? Si nos pasa igual que Francia, España, Costa Rica y muchas otras que antepusieron los intereses del capital económico, en vez de la salud de pueblo; incluso, incluso, teniendo a favor un pueblo cansado del encierro, de la falta de trabajo, etc.

Por eso apelo a la responsabilidad de la comunidad nacional. Actuemos con madurez. Cumplamos con los principios de cuidarnos nosotros mismos, respetar el distanciamiento social.

Atender las indicaciones de las autoridades de salud. Si así lo hacemos, caminaremos en la dirección correcta.

Euclides Corro
[email protected]
   * El autor es periodista.