Hazmerreír Internacional

Una persona  es el hazmerreír porque su figura ridícula y su porte extravagante sirven de diversión a los demás. Eso en cuanto a características personales, pero ¿puede un país ser el hazmerreír internacional?

Digamos que es posible cuando nuestra figura como nación se muestra ridícula y el actuar es tan extraño ante los hechos de corrupción que en otros países a causado indignación y el accionar enérgico de la justicia. Aquí no ha pasado nada, o casi nada más que interminables investigaciones que no han logrado el encausamiento y condena de figuras de alto perfil.

Mas rápido la justicia encausa y sentencia un ciudadano sin perfil por una deuda de pocos dólares que un alto perfil por millones.  

Seremos el hazmerreír internacional cuando los delitos que aquí no logramos descubrir sean los mismos delitos por los cuales en otras naciones están siendo condenados altos personajes y peor aun cuando por esos mismos delitos sean solicitados en extradición nacionales que aquí no encontrábamos como encausarlos o que fueron sobreseídos sin culpabilidad.

Es ridículo pensar que el mundo está en la dirección equivocada persiguiendo delitos inexistentes y que en Panamá sea la tierra de los honesto sin mancha alguna. Pareciera que estamos condenados a ser los bufones internacionales y que no nos importe. 

La frase lapidaria es ahora ineludible, “el mundo nos mira”, pero como queremos que nos miren, esa decisión está en las manos de los que ejercen justicia. 

Pero justicia no solo para el que es sentenciado a un secuestro de salario por deudas con intereses impagables. 
Se necesita justicia, pero igualitaria para no seguir siendo el hazmerreír tanto dentro como afuera.  * El autor es asesor en tecnología.

Gabriel Perea
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