Un pobre catálogo II
La programación de televisión abierta ha mejorado sustancialmente en las últimas semanas con nuevas-viejas producciones que estrenaron hace cinco años, pero que ahora llegan a nuestro país a entretener a los panameños en medio de la cuarentena.
¿Pero en realidad es tan importante colocar series y novelas de narcos en la noche? Sabemos que es importante conocer de nuestra historia latinoamericana plagada de Robin Hoods modernos armados de cocaína, presuntas buenas acciones y un sistema de justicia pobre. Ni hablar de los ajustes de cuentas.
Mientras tanto, la llamada “Hora Pascual” ya no existe, quién sabe cuántos niños sin criterio formado se sientan a ver cómo todos alaban y veneran a los narcotraficantes en aras del riesgo y la adrenalina ¿Será que algún niño aún tendrá hora de dormir en nuestro país?
Ya suficiente tenemos con el ejemplo que les dan nuestros diputados de la Asamblea Nacional (AN) a los más pequeños, de trabajo fácil, impunidad y chabacanería.
Ya ni sé qué es peor entre ver los mismos capítulos de las series derivadas de NCIS, CSI o cualquier otra agencia de seguridad de Estados Unidos o ver cómo vanaglorian y ponen en un pedestal a los narcotraficantes que tanto daño les hicieron a miles de familias a lo largo de la historia.
* La autora es periodista.
Gina Arias Rivera
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