Opinión

De vuelta al redil

12 de julio de 2020

Sinceramente  fui optimista. Espante todos los fantasmas negativos que me acosaron durante la semana en la que el gobierno nacional abrió el llamado segundo bloque económico  que flexibilizo la libertad de movimiento ciudadano.

La actitud del ciudadano no fue la esperada. Se desbocaron a recorrer las calles a pié, autobus y en autos.Los supermercados se llenaron de gente con los hijos,sin la debida protección.

Las carreteras nacionales se  abarrotaron de vehículos y gente que se traslado al interior del país con toda la familia. 

Algunos no regresaron por lo precario de su economía Fue una desbandada que tuvo sus inevitables consecuencias con alza notable y letal del contagio y decesos por el coronavirus. Allí están las cifras que lo demuestran y que ha obligado al gobierno retrotraer las medidas restrictivas de circulación ciudadanas. Sentí una enorme frustración primero y enojo después.

Porque como cientos de miles de panameños me mantuve en casa previendo el peligro y siguiendo los indicativos de los regentes  de la salud pública, que indicaban  que si no era necesaria deambular por las calles, no salieran.

Como siempre, la psiquis del panameño lo traiciona, lo empuja a hacer lo que no debe, poniendo en riesgo su persona, la salud  y la de  su familia y por carambola, los sensatos, debemos pagar la consecuencia con esta vuelta al redil, a ver si el encierro y la cantidad de muertos por el Covid-19 nos sirve de lección.

 

Melquiades Valencia
[email protected]
* Periodista. 

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