Opinión

Desigualdades convenientes

09 de julio de 2020

La pandemia  brinda la oportunidad de reflexionar sobre diversos temas y tendremos para escribir por mucho tiempo, pero siempre surgen temas que no están ligados con la pandemia —que a todos nos tiene con los pelos de punta— y nos permiten observar con mayor claridad algunas cosas escondidas en nuestra sociedad.

Las desigualdades convenientes es un tema poco observado, por ejemplo, como un individuo ya sea jurídico o natural presenta una demanda millonaria ya sea contra un medio o una persona porque algo que se dijo perjudico irreparablemente su reputación y la única forma de remediarlo es con dinero.

Este individuo se permite tal hazaña porque posee los medios para costear la aventura porque quienes le acompañan en esa aventura no cobran nada barato.  

Sin embargo, un individuo de a pie, ese mismo que de ha milagro tiene para el metro bus no puede ni soñar en una aventura similar, porque nadie se apunta, no tiene, pero ni para el abono del poder de los abogados y no hay mecanismos que se lo facilite, así que se traga su reputación ofendida y sigue adelante. Que desigualdad más conveniente.  

Por otro lado, depende de quién es el que digas las cosas porque hay quienes dicen lo que quieren y no les pasa nada porque tiene un manto de invulnerabilidad que les permite insultar, denigrar, mentir, tergiversar y hasta chatear sin consecuencias.

Y que decir de algunos medios que repiten mil veces una mentira para convertirla en verdad así todo el mundo sepa que es mentira. Pero a estos no les pasa nada.

Ah, pero no todos tienen la misma suerte otros si se les ocurre alguna travesura editorial, a esos no se les perdona nada y mas de un santo se rasga las vestiduras. Que desigualdad mas conveniente.

 

Gabriel Perea
[email protected]

 * El autor es asesor en tecnología. 

 

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