Opinión

Julio Bermúdez Valdés: El levantamiento de la cuarentena

28 de abril de 2020

 La presión es grande. No solo por parte del sector empresarial sino también del laboral considerando los miles de trabajadores que han quedado sin empleo al disolverse los contratos de trabajo.

El propio gobierno ha hablado de un levantamiento gradual, aunque no ha precisado fecha. Las urgencias económicas parecen enfrentarse con las de la vida misma, situando a autoridades y ciudadanos ante la disyuntiva de qué escoger primero, o estudiar la posibilidad de medidas simultáneas, es decir mientras se mantienen las rigurosas medidas sanitarias, ir dando espacio al aspecto económico.

Dura decisión si se considera que cada aspecto es vital, aunque la interrogante puede ser que es primero ¿la vida o la economía?

Una cosa es segura, cualquier decisión que se tome tiene que ser el resultado de un consenso y no de una imposición, basada en el criterio científico de nuestras autoridades sanitarias. El primero supone la expresión de la madurez de una conciencia colectiva, la segunda un movimiento coercitivo cuya aplicación podría implicar acciones de fuerza. ¿Es posible la decisión por consenso? Este fin de semana la Cámara Panameña de la

Construcción (CAPAC) y el Sindicato de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), bajo la hábil gestión del Ministerio de Trabajo, lograron un acuerdo que puede servir de punto de partida en el que cada parte hizo su aporte.

Ha sido un logro con resultados tangibles, ha dicho la titular del ramo Doris Zapata, beneficioso para ambas partes “pero aplicando el sentido de solidaridad humana”.

Y ahí está el aspecto clave. Contrario a ese sentido de solidaridad humana que alude Zapata, en el ámbito nacional se percibe el intento de algunos sectores por priorizar sus intereses particulares, por encima de la necesaria solidaridad que exigen las actuales circunstancias.

Aun cuando desde el día uno el gobierno ha dirigido sus mayores esfuerzos hacia los sectores mas vulnerables, hay quienes piden a gritos el levantamiento de la cuarentena por el hundimiento en perspectiva de sus propios negocios.

Y en algunos aspectos no dejan de tener razón, porque mantener la economía es garantizar la vida misma, pero llegar a ese punto no solo requiere diálogo y consenso, sino poner sobre la mesa el aporte de cada quien como lo han hecho CAPAC y Suntracs, en una acción ejemplar.

Y es así porque no basta con elogiarnos como sociedad ante logros significativos en el combate a COVID19, es necesario sopesar el momento preciso para una apertura sin poner en riesgo los logros alcanzado.

Boris Johnson, el primer ministro de Inglaterra que hoy ha reasumido su cargo, afirma que “no es el momento para suavizar el confinamiento”, desde la autoridad que le permite ser un sobreviviente del COVID-19.

Hasta ahora el excelente manejo que en este aspecto ha tenido Panamá ha permitido bloquear la reproducción del contagio, lo que se traduce en garantía de vida para los panameños, un elemento a considerar a la hora de decidir si se levanta la cuarentena, la forma como se hará y las medidas que cada individuo debe observar.

Nada de eso se debe quedar por fuera, si lo que nos proponemos garantizar es la vida, única garantía de que podremos poner andar la economía sin que se produzca un nuevo brote del pequeño criminal. Consenso, consenso y más consenso.

 

Julio Bermúdez Valdés
[email protected]

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