Opinión

¿Lección?

24 de marzo de 2020

Descartada la teoría  de conspiración que el Covid-19 no fue producto de la malignidad humana, las evidencias  de las mutaciones  de estos virus son las más fortalecidas para explicar lo vivido.

Sabemos que convivimos  con millones de ellos y que nos hacen hecho daño en algún momento. Los estudiosos nos han informado que esas mutaciones suelen deberse entre otros factores al cambio climático, trofeo de los que han devastado  el planeta.

Hay muchas sustentaciones científicas de ese daño a la madre tierra. Se han observado también mutaciones en otras especies. Las epidemias o pandemias es la respuesta del irrespeto a la tierra, la que fue creada en gran equilibrio. La hemos desequilibrado.

Esta pandemia del Covid19 no es casual. Podemos dar las sustentaciones científicas, pero no debemos descartar las hipótesis religiosas. ¿Es una lección de Dios o el Creador del universo  para los creyentes  y los no? Nuestra Biblia exalta que Dios no es un ser castigador, pero sí creo envía lecciones.

Hay esperanzas que superada esta pandemia, los ciudadanos de la Aldea global  se transformen. Que el amor, la solidaridad, la compasión, la misericordia sean sus actitudes y conductas  más arraigadas y desechen las ambiciones, las egolatrías y la patológica conducta por lo material en especial las riquezas monetarias, que los lleva a convertirse en el mayor destructor de su prójimo.

Las corrupciones tanto en el plano público y privado se ha demostrado entre otras consecuencias debilitan los sistemas de salud, ocasionando muertes evitables. No olvidarse tampoco de los  inhumanos  ajustes financieros  impuestos a muchos países.

Nuestra condolencia a nivel nacional e internacional por los que han fallecido  a causa de   un virus aún por conocer  más. Favor cumplir con medidas de higiene  y evitar salir de sus hogares salvo necesidad vital.

Colaboramos o somos cómplices de más muertes. Es un virus igualitario. No distingue  género, edad, clase social, creencias religiosas, políticas etc.

 

Eduardo Reyes Vargas
[email protected]
* El autor es médico. 

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