Una educación de calidad

Inició un nuevo año escolar.  800,000 estudiantes empiezan a llegar a las escuelas desde muy temprano, con las mismas dificultades que siempre se tienen. Encuesta publicada recientemente por CIEPS revela que no tenemos aún discutidas, diseñadas y establecidas las políticas públicas para modernizar y mejorar la función educativa en el país.  

Entre las opiniones más generalizadas en nuestra sociedad en cuanto a cuales son los problemas identificados que deben ser atendidos y solucionados a corto y mediano plazo, se identifican la deficiente capacitación de los docentes, la falta de un Plan Educativo con alcance más allá de cinco años de gobierno (periodo presidencial), la permanente deficiencias en la infraestructura, escaso presupuesto para el sector educativo, los efectos de la desintegración familiar y un contenido de la enseñanza desactualizado, o con rezagos, considerando las necesidades del mundo moderno actual, en el cual la tecnología nos presenta nuevos retos, aproximadamente cada dos años.

Lo anterior significa que, en Panamá, el sector de la educación enfrenta una combinación de problemas que año tras año se han identificado pero que no se resuelven. Por eso, la mayoría de los panameños considera que la educación pública es mala o deficiente y que la privada es mejor pero no del todo satisfactoria.  

No es difícil apuntar que la evidencia internacional nos indica que la calidad de la educación es fundamental para el crecimiento y desarrollo económico en los países.

Esta aseveración es crítica cuando reconocemos que el desempeño de nuestro sistema de educación sigue teniendo un desempeño bajo comparado con los sistemas de educación exitosos en otras regiones del globo. Hay que reconocer que existe una notoria desigualdad en este sentido.  

¡Ya no podemos esperar más! Hoy es imperante iniciar la ruta hacia una educación de calidad en todos sus conceptos. 

Cristóbal Silva
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* El autor es ingeniero.