Panamá y las calificaciones

Cada cierto tiempo,  como un reloj, diversos organismos Internacionales sin rostro que los identifique, pasan a calificar a los países de américa y áfrica con unos raseros inventados en alguna oficina cómoda y refrigerada, alejada de las realidades de estos pueblos y Panamá no escapa, pese a sus denuedos esfuerzos.

Existen muchos tipos de mediciones que evalúan y dan una visión respecto del desempeño de los bancos y la economía de un país. Las calificaciones de riesgo representan una opinión independiente y válida respecto a su capacidad de cumplir con sus compromisos financieros.

Estas calificaciones miden el desarrollo, educación, poder adquisitivo, delincuencia, corrupción, polución, contaminación, deudas, economía entre otras, lo malo es que son utilizadas para atizar, conducir y acorralar a los pueblos, sus economías y dictarles parámetros que solo le convienen a los agiotistas internacionales de siempre. A Panamá la meten en las listas de los países más corruptos del mundo.

Entre los lavadores de dinero, de mala distribución de la riqueza, contaminantes del medio ambiente, los que maltratan a los animales etc. Y con toda esta suciedad que nos endilgan desde afuera, reproducido por los medios internos, nos califican y nos ponen reglas, propósitos y metas, generalmente ligadas a la economía global.

El año pasado la calificación de riesgo de Panamá, había ha mejorado de manera significativa según la reconocida agencia calificadora Moody’s., elevado a Baa1. Igual La agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s (S&P) elevó de BBB a BBB+ la calificación de riesgo y por allí mismo Moody´s dijo que es un reflejo que el país tiene la adecuada y fuerte capacidad para cumplir con sus compromisos financieros.

Hoy… unos meses después Fitch Ratings  mantiene la calificación BBB, pero bajó la perspectiva de 'estable' a 'negativo', ya que proyectan que la carga de la deuda continuará aumentando este año y para rematar, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)  que dicen estar en la lucha contra el blanqueo de capitales y  UE,  nos mete en la lista negra de paraísos fiscales . Así no hay manera de ganar.

Melquiades Valencia 
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* El autor es periodista.