Dr. Mayo: Los mitos de las dietas

En el mundo  moderno, donde el acceso a la información y “desinformación” está a la distancia de un botón, nos vemos expuestos a un “bombardeo” diario de propaganda ciertas  y falsas, entre las cuales no faltan las dietas milagrosas y los consejos para bajar de peso de manera fácil.  La realidad es que la inmensa mayoría prometen beneficios no tan ciertos o que en el mejor de los casos no están  soportados por evidencia científica. 

Ante esta situación me veo obligado a enumerar algunos de los mitos más comunes de las dietas. Ciertos alimentos “queman” grasa.

Falso. Ningún alimento tiene la propiedad de “quemar” o eliminar el exceso de grasa que hay en el cuerpo. 
No se debe “picar” entre comidas. 

Falso. De hecho, la recomendación es comer alguna fruta entre las comidas, para mantener  activo el metabolismo y disminuir la cantidad de alimentos en la siguiente comida.  Lo que sí es cierto es que estas colaciones deben ser de alimentos bajos en calorías. 
El que no desayuna engorda. 

Falso. La realidad es que se debe desayunar adecuadamente, porque además de aportar la energía que gastará durante la mañana de trabajo, ayudará a evitar los “snack” pocos saludables del refrigerio.  Pero ningún estudio ha demostrado que no desayunar facilita el aumento de peso. 
Comer de noche engorda. 

Falso. Es más importante las cantidad de calorías que se ingiere, que las horas a las cuales se come. También es cierto que la cantidad de comida al día debe ir “in decrescendo” en el transcurso del día. 
Para perder peso, el ejercicio es más importante que comer bajo en calorías. 

Falso. De hecho, es la ingesta baja en calorías lo que hace perder peso; el ejercicio rutinario, cambia la composición corporal (más músculo, menos grasa) lo cual es beneficioso, pero la pérdida de peso se logra más rápido con disminución de la ingesta de calorías. 

La verdad es que no hay secreto.  Hay que dejar el autoengaño y excusas y empezar a comer saludablemente si queremos vivir mejor. Pero la comida sana solo beneficia al que se la come. Es decir, cada uno debe poner de su parte si quiere vivir más y mejor. 

Miguel  A.  Mayo
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@mayogastro